De Sinaloa a la Bolsa de Valores: la historia de Jessica Rojas, estudiante Tecmilenio que destacó en BIVA

Jessica Angélica Rojas Ocampo, estudiante de sexto semestre de Finanzas en Tecmilenio Culiacán, vivió una experiencia que cambió su visión del futuro: participar en una pasantía de verano en la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), la segunda bolsa más importante de México.

Un video y una oportunidad que cambió su rumbo

Todo comenzó con una convocatoria que cerraba el mismo día que la conoció. Jessica supo del programa Embajadores Universitarios BIVA (EBUS) gracias a su participación en el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas Universitario (IMEFU), uno de los grupos estudiantiles que impulsa Tecmilenio a través de VIVE.

“Ese día me enteré de que en México no hay una, sino dos bolsas de valores. Grabé mi video, envié la postulación y me aceptaron. Fue el inicio de algo que jamás imaginé”, recuerda.

Su interés iba más allá de la experiencia profesional. Jessica quería aportar a la educación financiera en México, un tema que considera esencial para su generación: “A los jóvenes se nos hace fácil usar tarjetas de crédito sin conocer los riesgos. Vi en BIVA una oportunidad para tratar de cambiar eso y ayudar a mi comunidad universitaria”.

Liderazgo y formación más allá del aula

Desde sus primeros semestres, Jessica buscó involucrarse en proyectos que combinaran su pasión por las finanzas con el liderazgo social. En 2023 se integró al IMEF Universitario, donde inició como colaboradora y, un año después, asumió la dirección del área de Emprendimiento, coordinando actividades enfocadas en planificación financiera y fortalecimiento de habilidades empresariales.

En 2025 decidió retomar el liderazgo del capítulo estudiantil HeForShe, donde promueve la equidad de género en el ámbito financiero a través de conferencias, campañas solidarias y espacios de diálogo con mujeres líderes del sector.

“Participar en ambos grupos me permitió fortalecer mis habilidades de liderazgo, gestión y vinculación dentro del ecosistema empresarial y financiero”, comparte.

De Culiacán a la Ciudad de México

Antes de postularse, Jessica pensaba que las oportunidades dentro del mundo financiero estaban concentradas principalmente en ciudades como Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey. Al vivir en Sinaloa, creía que esa distancia la ponía en desventaja. 

Sin embargo, decidió no rendirse y buscar maneras de sobresalir desde su campus, participando en grupos estudiantiles y actividades extracurriculares que la acercaran al sector. “Aunque sabía que las finanzas se movían más en la capital, me propuse demostrar que el talento puede encontrarse en cualquier parte”, comenta.

Tras un proceso nacional altamente competitivo, Jessica fue una de las ocho personas seleccionadas entre más de 140 aspirantes para realizar la pasantía de verano en las oficinas de BIVA en la Ciudad de México.

Durante cuatro semanas, participó en rotaciones por ocho áreas clave, desde sustentabilidad hasta contraloría. “Estábamos directamente con los directivos, aprendiendo de sus experiencias de 10, 15 o hasta 30 años en el sector financiero. Era como tomar una masterclass todos los días”, cuenta.

Entre todas las áreas, una la marcó especialmente: Sustentabilidad. “Ahí entendí que las finanzas también pueden tener un propósito social. No se trata solo de números, sino de generar impacto positivo en las empresas y en el país”.

Su proyecto final se centró en mejorar el área de sustentabilidad con enfoque ESG (ambiental, social y de gobernanza), que presentó ante directivos de BIVA, incluido el equipo de su directora general, María Ariza.

“Conocer a María Ariza fue inspirador; verla liderar una institución financiera tan importante me hizo creer que las mujeres podemos tener un papel clave en el sector financiero y ser referentes para las nuevas generaciones”, comparte Jessica.

La formación que la llevó a destacar

Jessica agradece su preparación en Tecmilenio porque fue clave para aprovechar al máximo esta experiencia. Explica que sus docentes "siempre me impulsaron a dar lo mejor, y gracias a los certificados que cursé, en temas como Derecho Fiscal y Análisis de Inversiones, llegué con bases sólidas y seguridad para asumir cada reto”.

Algo que la ayudó a tener claridad y dirección durante el proceso fueron las metas SMART y todo lo que ha aprendido sobre propósito de vida y bienestar. “Cuando supe de la convocatoria, me propuse dar lo mejor de mí, sin importar la distancia o las dificultades. Tener mis metas bien definidas me mantuvo motivada y enfocada”, cuenta.

Una visión internacional

Actualmente cursa un semestre de intercambio académico en la Zagreb School of Economics and Management (ZŠEM), en Croacia, donde estudia materias enfocadas en mercados financieros internacionales, análisis técnico y gestión de negocios globales. Su objetivo es complementar su formación en finanzas y obtener una perspectiva más amplia sobre la economía europea.

Inspirar desde la experiencia

Hoy, mientras continúa difundiendo temas de educación financiera en México en redes sociales, Jessica planea seguir vinculada con el sector bursátil. Gracias a su experiencia en BIVA, varios directivos de empresas financieras importantes ya se acercaron para invitarla a realizar sus prácticas y continuar su desarrollo profesional. 

“Como estuve en BIVA, se me abrieron muchas oportunidades, varias empresas financieras me buscaron y me dijeron que cuando regrese a México puedo hacer mis prácticas con ellos. Lo más emocionante fue que incluso en BIVA me ofrecieron regresar para hacer mi Estancia Empresarial”, comparte con entusiasmo.

A quienes están iniciando su carrera universitaria, deja un mensaje claro:
“Participar en grupos estudiantiles y aprovechar las oportunidades es lo que te abre las puertas. Si no me hubiera unido a IMEF a través de VIVE, no habría conocido BIVA. Les diría a que se atrevan a participar en grupos estudiantiles, a crear proyectos y a vivir al máximo su etapa universitaria”.