La satisfacción laboral está en un punto muy bajo, pero existen aspectos positivos para revertir la situación. Aquí te contamos cómo superar la fatiga del recurso humano en tu compañía.
El panorama laboral global enfrenta actualmente uno de sus más grandes retos; contrarrestar los efectos adversos que el estrés ha sembrado como consecuencia de los cambios derivados de la pandemia.
Las habilidades, virtudes y estado de ánimo de prácticamente todo tipo de organizaciones se han visto mermados y las consecuencias son evidentes.
Paradójicamente, existen aspectos positivos y aprendizajes que se pueden rescatar de toda la situación; aprendizajes que se vuelven factores claves en la toma de decisiones que un líder positivo puede emprender para corregir el rumbo.
Uno de los aprendizajes más importantes que nos ha dejado esta nueva era es que el mundo está más conectado que nunca. El pensamiento individual debe de quedar en segundo plano, dejando espacio para explorar nuevos caminos y herramientas que busquen un bienestar integral. Una de estas herramientas es el liderazgo positivo, el cual se puede aplicar tanto en ámbitos laborales, familiares o sociales.
Psicología positiva, una disciplina muy relevante ante la nueva normalidad
Conectado a ello, está la disciplina de la psicología positiva, la cual, como una de las ciencias del comportamiento, busca fomentar un ambiente propicio para que la gente encuentre la felicidad y esto se refleje en todo lo que hace.
Tanto en la “vieja” como en la “nueva” normalidad, la psicología positiva es una filosofía que impulsa a los individuos a cultivar su salud física, mental y espiritual, para poder alcanzar el crecimiento personal con emociones positivas.
Esta disciplina se vuelve mucho más relevante en esta nueva normalidad, impulsando la búsqueda de nuevas prácticas y enfoques para superar cualquier obstáculo, y poco a poco se comienzan a ver sus frutos.
Richard Layard, economista inglés y editor del “Reporte Mundial de Felicidad”, indica en su último libro que millones de personas ya usan aplicaciones para practicar mindfulness, que la práctica de coaching ha aumentado y que universidades como Yale y Harvard ya incluyen cursos sobre felicidad en su currículo.
Otro ejemplo muy claro es la implementación de la NOM 035 en México, enfocada en los factores de riesgo psicosocial en el trabajo.
El rol del líder como agente de cambio en las organizaciones
El rol del líder positivo se vuelve indispensable, como una guía que, además de adoptar buenas prácticas de bienestar, inyecte y contagie una actitud positiva a los demás.
De acuerdo con estudios sobre el tema, para balancear una sola emoción negativa, se necesitan entre tres y nueve emociones positivas. Aunque parezcan muchas, estas emociones positivas regularmente ya están en nuestra vida cotidiana, solo hay que hacer un esfuerzo consciente en localizarlas y valorarlas.
Esta práctica se puede hacer de manera personal, pero también es indispensable que se contagie a nuestros compañeros, amigos o familiares para construir relaciones positivas, reconstruir las que se han descuidado y seguir generando círculos virtuosos.
Estrés pospandémico: una buena razón para reforzar lazos
Así, la nueva normalidad que vivimos derivada de la pandemia puede convertirse en un buen pretexto para tomar el teléfono y hacer las llamadas que sean necesarias para asegurarnos que nuestros círculos cercanos estén bien de salud mental. La escucha activa se vuelve indispensable como un elemento de conexión en esta práctica.
Te invitamos a afrontar la realidad que vivimos siendo positivo y realista, evaluando los caminos y decisiones que tengas enfrente. Por ello, recuerda que este 25 de octubre se celebra el Wellbeing 360, el evento virtual para mejorar tu salud y bienestar con la ayuda de expertos de todo el mundo.
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