“La afectividad o el sentir afecto es una parte intrínseca del ser humano.” Comenta Rosalinda Ballesteros, Directora del Instituto de Ciencias del Bienestar y la Felicidad de Universidad Tecmilenio.
Los seres humanos estamos programados con un rango de respuesta de emociones que van desde las más llenas de energía positiva, pasan por aquellas que generan estados de calma, y llegan hasta las emociones como la ira, un estado de energía que a diferencia de otras son negativas e incómodas.
En todo este rango de respuesta emocional normalmente hay estímulos que se generan cuando hay una interacción o contacto físico con otras personas.
El contacto físico como ciencia.
“Nuestro cuerpo cuando abrazamos a otro ser humano por más de 10 segundos genera oxitocina, la famosa hormona de la conexión o del amor, esto es importante para que nuestras terminales nerviosas reciban estímulos que nos hacen sentir un estado de calma.” Comenta Rosalinda.
Esta conexión física es una ciencia que se llama háptica, la cual según la Real Academia Española significa táctil, es decir sentir físicamente algo o alguien.
Esta ciencia dice que por naturaleza el ser humano tiene la necesidad de estar cercano físicamente con otros. Sin embargo, ante la pandemia del COVID-19, las medidas de sana distancia han hecho que busquemos nuevas tácticas que logren generar ese sentimiento cercano con los demás.
Medidas diferentes ante circunstancias alternas
Es verdad que el tacto nos conecta. Pero, la forma en la que percibimos el mundo no se limita solo a los sentidos, sino a las emociones de nuestras relaciones con los demás.
Una forma para crear o mejorar nuestras relaciones positivas con aquellas personas que no podemos tocar, son las conexiones virtuales, es decir las videollamadas por medio de plataformas como Zoom, Teams, Meets, Skype, Hangouts, etcétera. Esto es importante que lo practiquemos para que el cerebro reciba estímulos que nos hagan sentir igualmente conectados.
“Hemos sustituido la afectividad física por una afectividad verbal, la cual ha aplicado una ventaja positiva, de la que tendremos que tomar provecho para expresar verbalmente nuestras emociones.” Platica Ballesteros.
Por otro lado, no debemos dejar de pensar en nuestra propia salud, ya que cuidar nuestra salud incluye cuidar ser afectivos. Así que, para reemplazar el sentimiento físico que no tenemos, la Directora del Instituto de Ciencias del Bienestar y Felicidad nos recomienda hacer un ejercicio que podemos realizar desde casa, el cual ayuda a calmar emociones de miedo o ansiedad, tiene el mismo efecto y suelta las mismas hormonas que se generan cuando tenemos contacto físico con otro ser humano, el auto-abrazo o abrazo de mariposa.
Los pasos para realizar esta actividad son:
- Cruza los pulgares con las manos extendidos, como si formáramos una mariposa.
- Ponemos los pulgares a la altura del corazón pegados al pecho.
- Movemos nuestras manos y dedos de arriba abajo por 10 segundos.
Todo esto nos sirve para no perder la afectividad que tanto necesitamos, ya que al paso de los días podemos caer en un pensamiento negativo creyendo que no hay nada nuevo que cultivar o generar con nosotros y los demás. Sin embargo, Rosalinda nos invita a creer que cada día es una oportunidad de ver cosas que no hemos visto antes, y así hacer observaciones conscientes que nos apoyen a revalorar cada día a las personas.
Por último, es importante empezar a analizar cómo empezamos, qué sentíamos, y pensar que si estamos aquí el día de hoy, hay que sentirnos orgullosos de que hemos vivido estas adversidades de manera constructiva y sana, esto nos ayudará a cuidar de nuestro Ecosistema de Bienestar y Felicidad.
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