Olimpiada matemáticas, el comienzo de un sueño.

A veces los sueños tienen diferentes formas y figuras para todos. En el caso de Leonardo Iván Estrella Dzib, tiene números, letras y muchas cosas más. 

Desde muy pequeño, Leo tuvo un gusto por las matemáticas. Cuenta que su hermano mayor fue quien comenzó a inducirlo por esta afinidad. Lo que él aprendía en la escuela, se lo enseñaba a Leo en casa. Ese gusto lo llevó a participar en la primaria en diferentes competencias, y fue en secundaria cuando se convirtió en participante estatal. De ser un pasatiempo, se convirtió en su principal pasión. 

“Cuando entré a la preparatoria de Tecmilenio quise participar en competencias de matemáticas, lo solicité y en este año se abrió la oportunidad para poder participar” comenta Leo, estudiante de 16 años del tercer semestre de preparatoria. 

La pandemia por el Covid-19 ha traído grandes retos para muchas personas. La distancia física lo fue para continuar con el entrenamiento de Leo. “Toda la olimpiada en sí es un reto. Para este año en particular, Leo estaba en entrenamientos en la escuela y de repente se detuvieron por la pandemia, ahora tenía que ser desde casa. Sin embargo, él siempre veía cómo resolver por su cuenta problemas a pesar de que todos creíamos que la cuarentena no se extendería. Él continuó preparándose.” compartió Laura Gutiérrez, docente de preparatoria de Universidad Tecmilenio y entrenadora de Leo. 

Leo admite que uno de los retos más difíciles que se presentaron en el proceso de preparación para la olimpiada fue superarse a sí mismo y ser autodidacta. La edición de las olimpiadas este año fue de manera remota y virtual, los concursantes se conectaban en una videoconferencia y presentaban una prueba con un tiempo de 4 horas. “Yo me sentía muy nervioso pero también entusiasmado porque es una oportunidad de participar. Siempre hay que buscar maneras de cómo superarse” comparte Leo. 

“Leo siempre ha sido un alumno destacado y con mucha motivación. Siempre preguntaba sus dudas sobre cómo resolver un problema. Me siento muy contenta por él” concluyó Laura, su entrenadora. 

El apoyo que ha tenido Leo por parte de su comunidad lo ha ayudado a continuar con sus metas. En casa su familia lo apoya y motiva a continuar, en la escuela sus maestros siempre lo han apoyado mucho. Katy Artiles, directora de preparatoria del campus Mérida y su tutora Ana también le han abierto oportunidades y han sido un apoyo anímico. 

Al ser seleccionado estatal, Leo continuará entrenando para competir y obtener mejores resultados. También existen diferentes competencias de matemáticas en las que quisiera participar. “Las pasiones no aparecen de la nada, son cosas que te gustan hacer y trabajar para poder llegar a tener un nivel con el cual estés satisfecho pero sin estancarse, porque tienes que seguir adelante. El miedo es una barrera muy grande pero si lo que haces es lo que te gusta, entonces ese miedo no va a ser un problema” concluyó Leo.