Ana Elena Bañuelos Zatina, cofundadora de “Érase una vez un hogar”
Su historia
Ana Elena Bañuelos Zetina, egresada de Universidad Tecmilenio a nivel maestría, ha sido nombrada ganadora del Premio Mujer Tec 2021 dentro de la categoría Ciudadanía con perspectiva de género. Esto es debido a que desde 2013, Ana Elena es cofundadora de la asociación civil “Érase una vez un hogar”, dedicada a luchar en contra de la violencia intrafamiliar que sufren las mujeres en Quintana Roo.
Dentro de la asociación, Ana Elena trabaja directamente en la educación de las niñas y adolescentes. “El área donde me he enfocado es en la educativa; he estado trabajando en la cuestión de rezago educativo, alfabetización de comunidades, y el poder proporcionar una educación continua a las niñas; trabajo para poder conseguirles becas completas para que puedan continuar con sus estudios.” Comentó Ana Elena Bañuelos.
Pasiones y motivaciones
El trabajo hacia la comunidad de Ana Elena comenzó sólo con un deseo por apoyar. “Renuncié a la trayectoria que tenía porque tuve el deseo de aportar algo al mundo. No sabía cómo ni de qué manera; pero comencé como voluntaria en asociaciones civiles. En el voluntariado, comencé a notar la situación que se estaba viviendo aquí en Quintana Roo, uno de los estados con más casos de violencia intrafamiliar en México.” Explicó Ana Bañuelos.
Trabajar con estas comunidades creó un lazo y una conexión entre Ana Elena y ellas, lo cual la impulsó a darse cuenta de una realidad y la motivó a tomar acción. Es así como comenzó su trabajo por esta causa.
La importancia de la educación
Para Ana Elena, una de las maneras de apoyar con mayor impacto a la causa de violencia intrafamiliar es a través de la educación. “La educación para mí ha sido la manera de ayudar desde la raíz, ya que implica todo: no sólo es cognitiva y de conocimientos. La educación también abarca las emociones, conocer de tu persona, de cómo adoptar la resiliencia y cómo adaptarse a la situación que has vivido y cómo superarla. La educación con la que trabajamos es una cuestión integral.” Mencionó.
Adaptación y resiliencia
Las actividades de Ana Elena han seguido aún en tiempos difíciles. Durante la pandemia, ha estado dando seguimiento a los estudios de las niñas en línea. Con la plataforma, son asesoradas a distancia y siguen en el proceso de su educación.
Además, esto le ha permitido trabajar en proyectos a futuro para la organización. “Hemos estado trabajando en nuestro siguiente proyecto: el tener nuestro propio centro. Desde el inicio, hemos ido directamente a las comunidades, familias, centros comunitarios y centros hogares; ahora buscamos tener nuestro propio centro que junte a todas las familias con las que hemos trabajado.” Expresó Ana Bañuelos.
Aprendizajes de su trayectoria
Comenzar una asociación civil y trabajar con comunidades vulnerables ha dejado varios aprendizajes a Ana Elena: “De los mayores aprendizajes que he tenido por la vida y las niñas con las que trabajo, es que se convierten en tus maestras. Su historia te impulsa a ser una mejor persona para ser ejemplo para ellas y ayudarlas. También, he aprendido a no darme por vencida. Lo más importante es pensar si realmente quiero seguir apoyando bajo ciertas circunstancias, no importa la situación, voy a seguir.” Explicó Ana Elena Bañuelos.
Es por ello que recibir este reconocimiento la motiva a continuar su labor: “Obtener este reconocimiento es lindo porque al estar en una situación difícil de pandemia, es un recordatorio de que se puede seguir adelante sin tener un obstáculo que nos detenga. También, sé que esto puede abrir más puertas: sé que al recibir este reconocimiento van a haber quienes escuchen esta historia, lo que se está haciendo en esta asociación, y quieran apoyar y aportar.” Concluyó la ganadora del premio Mujer Tec.
Conoce la lista completa de ganadoras aquí https://mujertec.mx/ganadoras