La psicología positiva estudia cómo construir una vida más saludable, productiva, feliz y significativa. En sus 16 años de existencia, ha probado una y otra vez que la productividad en las empresas y el aprendizaje en la escuela, pueden potenciarse si se favorece un ambiente de bienestar, en el que predominen las emociones agradables, las relaciones colaborativas y se permita que las personas puedan ser auténticamente ellas mismas.
2. Trabajar con las fortalezasEstos 5 elementos del bienestar: positividad, involucramiento, relaciones positivas, significado y logro, están apoyados en las fortalezas de carácter, que son rasgos de personalidad a los que se otorga un valor moral y por medio de los cuales se ejercitan las virtudes. Aunque no las conozcan, las personas emplean sus fortalezas para relacionarse, trabajar, aprender, enfrentar retos o alcanzar sus logros. Cuando se familiarizan con ellas y aprenden a usarlas en el justo medio, pueden ser más eficientes para alcanzar sus metas y también experimentan un mayor bienestar.
3. Valorar con aprecio
Siempre existe la capacidad de elegir y la psicología positiva propone apreciar los recursos y capacidades existentes para crear nuevas realidades organizacionales, así como para facilitar procesos de educación y aprendizaje. Por años, el enfoque para lograr objetivos ha sido tratar de solventar las carencias o reparar procesos; sin embargo, el enfoque apreciativo sugiere observar lo que sí funciona, así como las fortalezas y talentos de las personas para alcanzar las metas que se han establecido. Es también importante celebrar los triunfos y revisar el proceso de éxito.
4. Establecer patrones de comunicación sanos
Al conocer las fortalezas y aprender a mirar con aprecio, se pueden establecer procesos de comunicación más sanos, en los que la asertividad no está peleada con la bondad. Apreciar al otro y sus cualidades fomenta escuchar atentamente, así como respuestas en las que están presentes emociones positivas como el interés, la alegría, el orgullo, la compasión y el amor.
5. Despertar la gratitud
La gratitud es una de las fortalezas de carácter más asociada al bienestar. Reconocer lo que recibimos de otros y expresar el agradecimiento son conductas que generan cohesión social y deseos de reciprocidad en los grupos educativos o de trabajo, por lo que los beneficios de la gratitud no se limitan a las personas que la expresan, sino que contribuye a mejorar el bienestar de toda la organización.
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