Blog Instituto de Ciencias de la Felicidad

Después de todo, de eso se trata la vida, de involucrarse y ser feliz

Written by María Elena Morín | Jul 25, 2018 1:00:00 PM

La vida me dio un gran regalo, tuve la fortuna de tener cuatro hermanas. Crecí en una casa llena de risas, muñecas, cuentos de princesas, zapatillas de ballet, vestidos bordados y calcetines con encajes. Con un papa exigente y disciplinado y una mamá cantarina y desordenada. Siempre había en la casa alguien con quien jugar, con quien platicar o a quien cuidar.

 

 

Los días estaban llenos de actividades, hacer la tarea de la escuela y ayudar a las más pequeñas a hacer las suyas, preparar el uniforme del día siguiente, ayudar por turnos a hacer la cena y si quedaba tiempo, salir a jugar con las amigas de la cuadra. Los fines de semana siempre había casa llena, pues además de nosotros, nos visitaban los primos, amigos o vecinos. Una infancia llena de lazos familiares afectivos de hermanas, tíos, primos y un abuelo. Una infancia en la que todos los miembros nos quisimos mucho, nos apoyamos, jugamos y nos reímos juntos. Una familia feliz.

Contactarse con los otros multiplica nuestra felicidad, nos hace que la experimentemos con mayor frecuencia y sea cada vez más satisfactoria. Sentirse feliz cuando estamos con nuestra familia y amigos es la cosa más fácil y natural del mundo. (Pawelsky, Suzann and James, 2018).

 

 

La vida siguió su trayectoria y esas hermanas, ahora somos abuelas.

Todas nos casamos, tuvimos hijos y ellos a su vez tuvieron hijos que ahora son nuestros nietos y como lo aprendimos en nuestra infancia, buscamos a través de involucrarnos en las actividades familiares, conectarnos en una red de abuelas, tíos, primos, nietos que nos sirve de apoyo y referencia emocional. Saber que somos parte de esa red, nos ayuda a definirnos, a sentirnos bien con nosotros mismos y con todos los demás.

Juntas hemos celebrado piñatas, fiestas de graduación, despedidas de soltera, bodas y nacimientos. Cada una aportando lo mejor que puede ofrecer. Siempre presentes, listas para ayudar, involucradas en los preparativos y con los brazos abiertos para consolar ante una pérdida o un fracaso.

Estar involucrada en los eventos familiares ha tenido como consecuencia una fuerte cohesión de la familia y por supuesto una gran satisfacción a nivel personal y un referente emocional positivo para todos los miembros. Como familia involucrada experimentamos altas dosis de vigor y energía, ponemos todo nuestro esfuerzo y habilidades para apoyarnos unas a otras en cualquier situación de la vida. Nos esforzamos para que las cosas salgan bien, aplaudimos los logros de los otros y si hay fracasos o perdidas, nos consolamos y animamos a seguir adelante.

Me siento muy agradecida de tener esta familia, después de todo, yo soy mi familia.

De eso se trata la vida, de involucrarse y ser feliz.

 

Como fomentar el involucramiento en tu familia:

  1. Asiste a los eventos familiares que te invitan, participa, disfruta y agradece.

  2. Si tienes algún talento especial como pasteles, arreglos florales o cualquier otra actividad que pueda hacer más exitoso el evento, ofrece tu apoyo.

Convoca a tu familia a tener alguna actividad juntos.

Publicado: 2018-07-25 13:00:00
Autor: María Elena Morín 
Directora Académica del  Instituto de Ciencias de la Felicidad
Referencias:
Pawelsky, S.P., & Pawelsky, J.O. (2018). Happy Together. New York, NY: Penguin Random House.