Yellow Day es otra ola publicitaria a la que valdría la pena treparnos con tal de mejorar nuestro bienestar. A principios de año, comentábamos en este espacio los mitos en torno al Blue Monday, considerado el día más triste del mundo.
Te explicábamos que esas emociones provenían de que en esas fechas, en el hemisferio norte, los días son más cortos, por lo que estamos menos expuestos a la luz solar, tenemos menos energía y más sueño.
Además, en ese tiempo del año es cuando regresamos a nuestras actividades normales, en medio de una “cruda moral” provocada por la temporada decembrina: estamos endeudados y con la sensación de subir de peso, por lo que comimos y bebimos. Nuestras carteras y cuerpos lo saben. Encima de todo, hay que volver al trabajo, primer día de la semana.
Bajo principios similares, se ha querido crear el mito de que el Yellow Day es el día más feliz del año.
Se celebra alrededor del solsticio de verano (20 de junio), así que por esta época tenemos más exposición a la luz solar, ergo, nos sentimos más activos y despiertos. ¿Por qué no inventar el Día más Feliz del Año?
Sin embargo, pese a la evidente sospecha de que sea otra estrategia comercial, podemos subirnos a la ola y experimentar las emociones positivas de la temporada: alegría, asombro, orgullo, inspiración, interés o gratitud, entre otras.
En este artículo, te damos unos ejemplos, pero seguro tú gozas de una mayor imaginación de acuerdo a tus gustos y circunstancias.
La primera recomendación es que realices más actividades al aire libre para que ese baño lumínico haga su tarea en tu cuerpo y mente.
Tampoco exageres, la exposición no debe ser directa, daña tu piel y su calor puede provocar emociones negativas. Particularmente, evita el sol entre las 13 y 16 horas del día.
Pero es muy recomendable que, desde el inicio del día, te expongas unos minutos a la luz del día desde tu ventana, un jardín o una terraza. ¿Qué tal tomando un té o un café, meditando u orando?
Recuerda que a mayor exposición de la luz solar generamos más serotonina, que nos hace estar más activos, y baja la melatonina, lo que nos permite sentirnos más despiertos. Es decir, vamos a tener mayor ánimo que en invierno.
Además, te ayuda a formar vitamina D, necesaria para tu sistema inmunológico y para un mejor funcionamiento de músculos y sistema nervioso.
Si aprovechas la luz, la alegría ya la traes por dentro, contágiasela a tus amigos y seres queridos. Platica con ello o realiza breves juegos al aire libre.
Si necesitas un lunch o una botana en el trabajo, acompáñate de alguien de tu agrado y camina una o dos cuadras fuera de la oficina para conseguirlo.
Viste ligero y ocupa tu tiempo libre para tomarte alguna bebida refrescante con amigos, para aminorar el calor. Que tus paseos de fin de semana no sean al antro, sino a un café al aire libre, a un parque o al campo. Y juega, juega.
La naturaleza nos provoca asombro, una emoción positiva que con la suma de otras nos regala bienestar.
Te recomendamos actividades más sencillas como ir de campo y/o una vista a la playa y el mar, disfrutando una piña colada, puedes preguntarte por la inmensidad del océano y a la vez su pequeñez.
Si eres extremo, busca actividades como bucear, rapel, escalar u otras nuevas experiencias que la naturaleza nos ofrece y te generen un cambio. Recuerda poner atención y disfrutar desde nuevos horizontes todo lo que nos ofrece el planeta.
Sentir orgullo nos provoca felicidad, alimenta nuestra autoestima. Nuestra identidad al ser mexicanos(as) es una razón para sentirnos orgullosos. Recuerda que tenemos historias que son positivas. Por ejemplo, nuestro país es una de las 15 economías más grandes del mundo, tiene una de las monedas más líquidas y fuertes del planeta; con una extensa riqueza cultural, lo cual incluye comida, música, formas de hablar, idiomas, biodiversidad y variedad de climas, etc.
Que tal si aprovechas el verano y visitas tus orígenes, paseas por el pueblo o la región de tus ancestros; recuerda por qué hablas de tal manera o tienes tales expresiones; el porqué te gustan ciertos platillos y determinada música.
Si por generaciones no has cambiado del lugar donde vives, repasa cómo se ha modificado el lugar donde vives. Todo al aire libre. Incluso puedes participar activamente en algún taller o actividad que involucre reconocer tu origen y tu cultura a través de actividades como la danza, el baile, aprender un nuevo idioma, disfrutar de una obra local, entre otras actividades deportivas, sociales y culturales que hagan sentirte orgulloso de quién eres.
Ya que estamos en este camino, toda esta alegría, asombro, orgullo y agradecimiento te pueden servir para crear nuevos proyectos personales o profesionales. Es decir, un nuevo propósito e inspiración.
No tires en saco roto todo lo que se te ocurre luego de un viaje, de experimentar emociones positivas, forman parte de tu inspiración. Recuerda, no se necesita ser artista para vivir y aprovechar esos momentos donde despiertas esa gran curiosidad.
Es una de las emociones que más aportan a nuestra felicidad. Agradece a quien tú creas, que debes hacerlo, puede ser a este artículo en los comentarios, a la naturaleza, a tu suerte, a ti, a tu familia, amigos y/o a tu dios. Agradece que esa exposición solar la puedes convertir en un mejor ánimo; que puedes enseñarle a otros a aprovechar esa circunstancia para que intente ser tan feliz como lo puedes ser tú.
Estamos a mitad del año, y por qué no hacer un balance de cómo van las metas de este 2024. Es un buen momento para ajustarlas, corregirlas, desecharlas o profundizarlas.
Si has sido disciplinado, ya dejaste atrás las deudas de invierno y estás planeando tus vacaciones de verano o tal vez ya estás en ellas.
“¿Quién no va a ser feliz así?”, diría cualquiera, pero no es necesariamente cierto y tómalo con pinzas, pues es una campaña publicitaria más para que gastes tu dinero. Sin duda, debemos procurar que cada día sea el más feliz de nuestra vida y no depender de las fechas que nos fijan las agencias de publicidad.
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