“Hoy en día, hablar de diversidad e inclusión laboral tiene que ser de manera interseccional sin dejar fuera los grandes rubros por género, discapacidad, etnia, nacionalidad u otros temas que nos compete para evaluar lo que estamos haciendo en favor de la inclusión”, mencionó Francisco Robledo socio fundador de ADIL, Consultora que promueve la inclusión y respeto en el ámbito laboral.
Pero… ¿Qué es una empresa inclusiva?
La última Encuesta Nacional sobre Homofobia y Mundo Laboral en México, destaca que alrededor de 35% de los empleados encuestados han sido discriminados en su lugar de trabajo por su orientación sexual.
En cuestión de género, otra encuesta demostró que 70% de las mujeres considera que existe desigualdad en oportunidades de crecimiento, 66% en desigualdad de salario y 47% en permisos o prestaciones.
Es verdad que la inclusión laboral abre paso a promover la diversidad, tolerancia y respeto que toda persona merece, pero para podernos llamar una empresa inclusiva se requiere de esfuerzo, acciones y entendimiento.
De acuerdo a OCC, una empresa inclusiva se refiere a aquellas organizaciones que reclutan, aceptan y/o promueven a colaboradores con algún tipo de discapacidad o personas de todo tipo sin importar su género, edad, orientación sexual, religión, nacionalidad, color de piel, nivel socioeconómico, entre otras características.
¿Por qué ser una empresa inclusiva?
Ser una compañía libre de discriminación no debe plantearse como objetivo principal para tener buena imagen o publicidad, ya que una empresa inclusiva genera grandes beneficios para la salud, cultura y estructura de la organización.
Estos son algunos aspectos importantes sobre inclusión:
- Aumenta el compromiso.
- Genera sentido de pertenencia y empatía.
- Crea actitud positiva y proactiva.
- Aumenta la productividad.
- Mejora la imagen corporativa.
- Crea una zona segura y de convivencia.
- Genera mayor entendimiento del mercado.
Mejores prácticas para ser una empresa de inclusión laboral LGBT
El equipo de ADIL nos menciona que entre las primeras acciones que las empresas suelen adoptar se encuentran:
- La implementación de políticas de no discriminación, de no acoso o de equidad de empleo.
- La sensibilización de adoptar valores incluyentes hacia la población LGBT.
- El acceso a prestaciones y beneficios igualitarios.
- El acceso a programas de desarrollo profesional que busquen atraer, retener y potenciar el talento.
- La configuración de grupos de colaboradores de esta población y aliados para difundir la voz de esta dentro y fuera de la organización.
- La creación e implementación de actividades relacionadas para visualizar las prácticas y acciones de mercadotecnia hacia el exterior.
Asimismo, existen certificaciones que te avalan como una compañía inclusiva, y una de las más importantes en México es la certificación HRC Equidad MX, un programa avalado por Human Rights Campaign y ADIL, que destaca las políticas y prácticas relacionadas con la inclusión de la comunidad LGBT+ en los lugares de trabajo.
Este programa establece los lineamientos que una empresa debe tener en sus estructuras, compromisos, bases, fundamentos y acciones para considerarse inclusiva tanto dentro de su organización, como fuera de ella con sus consumidores, proveedores, etc.
Además en 2021, la participación de las compañías en temas de inclusión laboral LGBT incrementó un 86% y ahora son 212 empresas certificadas. Algunas de las organizaciones son Coca Cola, FEMSA, Citi Banamex, Tec de Monterrey y todas sus instituciones como lo es Universidad Tecmilenio.
Esta certificación califica tres aspectos:
- Adopción de políticas de no discriminación LGBT.
- Creación de red de empleados y aliados LGBT o consejos de diversidad e inclusión.
- Participación en actividades públicas para apoyar a la comunidad LGBT.
“Estar certificado bajo estos esquemas sienta las bases de un cambio que eventualmente podremos ver hacia su cultura, sus formas, sus métodos e impactar de manera positiva en favor de la inclusión con todas las personas”, compartió el fundador de ADIL.
Como empresas todavía nos falta por recorrer en la lucha por la igualdad en espacios de trabajo, pero todo es posible si existe colaboración, espacios seguros, y si todos seguimos contribuyendo todos los días motivados en tener un mundo más justo y mejor.
