¿Tienes mentalidad de experto o de aprendiz?
Renuncia a saberlo todo y promueve una mentalidad de aprendizaje.Todas las empresas buscan resultados óptimos y crecer el negocio. Sin embargo, uno de los errores más comunes es pensar que en el camino hacia la excelencia no debe haber errores. Se comienza a buscar la perfección y se llega al perfeccionismo, a la rigidez, a la falta de flexibilidad. Al decidir sólo una manera correcta de hacer las cosas, al creer que es un experto en el tema, el líder deja de lado la gran posibilidad de aprendizaje que está presente en cada una de las circunstancias que se presentan día con día. Margaret Greenberg y Senia Maymin, autoras del libro Profit form the Positive, expertas en liderazgo empresarial, señalan que en el mundo de los negocios frecuentemente se quieren implementar nuevos procesos o lanzar nuevos productos sin que haya fallas o errores. Pero la vida real enseña que únicamente al probar podemos saber qué funciona y qué hay que mejorar. Los errores van a seguir existiendo, lo importante es sacar provecho de ellos al tomarlos como un aprendizaje.
Renuncia ser el experto
Es común que cada uno de los directivos de una empresa se sienta el experto en su área. Es válido, pues de otra manera no tendría esas responsabilidades. Pero en ocasiones esa actitud puede rayar en la soberbia e impedir la visión hacia nuevos horizontes y nuevos aprendizajes. Se pierde la flexibilidad. Greenberg y Maymin, expertas en psicología positiva para las empresas aconsejan que un líder debe mantener siempre una actitud de aprendiz, no de experto, especialmente un mundo cambiante como el que vivimos. Es verdad que la experiencia tiene un valor, pero si la actitud de experto está asociada a una mentalidad fija, se pierden oportunidades de crecimiento. Carol Dweck, investigadora de Stanford, experta en el logro de metas, señala que las personas de mentalidad fija tratan de mantener el status quo y por ello rechazan todo lo que lo ponga en riesgo, aunque sean oportunidades de desarrollo. Por el contrario, las personas con mentalidad de crecimiento están dispuestas a arriesgarse, probar, confrontar las nuevas ideas con los viejos esquemas y, por tanto, aunque asumen ciertos riesgos es más probable que alcancen los logros que se proponen. La búsqueda de la excelencia debe tomar en cuenta que los riesgos y los errores son parte del camino. Lo que hay que rescatar es el aprendizaje.
Deja de darle vueltas
En ocasiones, las preocupaciones del trabajo comienzan a invadir la esfera personal e incluso alteran el sueño. Es común que las personas altamente responsables se despierten en la madrugada con un pensamiento que les da vueltas en la cabeza una y otra vez. Rumiar pensamientos es poco productivo y además es desgastante, especialmente cuando se piensa en un error que no se debería de haber cometido. Esto hace que se cierre el foco de atención, se sobredimensiona lo que estuvo mal y se pierde perspectiva de lo que sí está funcionado. La próxima vez que te descubras rumiando un pensamiento respecto a una equivocación, cambia el patrón y pregúntate: ¿cuál es la lección que esto me ofrece? ¿qué es lo que sí estuvo bien? Ahora que descubrí esto, ¿veo nuevas soluciones?
Conviértete en aprendiz
Margaret Greenberg y Senia Maymin, quienes estarán presentes en el próximo III Foro de Ciencias de la Felicidad, aconsejan que la próxima vez que tengas que dirigir un proyecto nuevo te hagas o hagas a tu equipo las siguientes preguntas para favorecer una mentalidad de crecimiento:
- -¿De qué manera tus experiencias pasadas te pueden ayudar en este nuevo reto?
- -¿Qué esperas aprender de este nuevo proyecto?
- -¿Cuáles son algunos de los errores que podrías cometer?
- -¿Qué podrías decirte para persuadirte de que está bien cometer errores como estos de vez en cuando?
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