Definir el propósito de vida nos ayuda a tener una estrella que ilumina el rumbo de nuestra vida.
Cuando éramos niños, el 6 de enero, el día de Reyes, era un día mágico. La noche anterior nos dormíamos con la ilusión de ver nuestros sueños hechos realidad, que muchas veces eran superados por las sorpresas que encontrábamos junto a nuestro zapato o al pie del árbol. Hoy deseo tomar la imagen de los Reyes Magos siguiendo su estrella como una metáfora acerca de la manera adulta de hacer nuestros sueños realidad, que es vivir de acuerdo a un propósito.
Los personajes que conocemos como Reyes Magos eran en realidad sabios de Oriente, muy posiblemente astrónomos, que trataban de entender lo que sucedía por medio del movimiento de los planetas y las estrellas. La observación metódica de esos fenómenos naturales les hizo descubrir una estrella muy brillante y diferente, que los motivó a seguirla, dejando atrás sus familia, su hogar, su país, sus comodidades. La estrella los guió en la oscuridad del desierto, por territorios desconocidos. Pero una vez en Israel, la estrella se ocultó. Eso no los desanimó, sino que los llevó a buscar su meta de otra manera: pidiendo información a los sabios de ese país, consultando con los expertos. Éstos buscaron en su tradición y en sus libros, y los sabios de Oriente tuvieron la curiosidad y la apertura para escuchar lo que decía una tradición diferente a la suya, lo cual les afinó el rumbo y llegaron a Belén, en donde la estrella brillaba con más esplendor.
¿Cuál es tu estrella?
Posiblemente tú, como los Reyes Magos, ya tienes una ocupación o una profesión. Ellos observaban el cielo, pero fue hasta que siguieron su estrella que hicieron historia. Esa estrella fue el propósito que los guió. Observa tus actividades diarias: ¿hay algo que brille de manera diferente, algo que te apasione tanto que podrías dejar tus comodidades para seguirlo? Ellos siguieron observando el cielo, consultando sus mapas estelares, pero ahora lo hacían con un objetivo determinado. Definir un propósito no necesariamente requiere que cambiemos de ocupación, sino que nos ayudará a dirigir los esfuerzos hacia un mismo punto, se convierte en un organizador de nuestras actividades y un catalizador de nuestra en energía.
La estrella es parte de su identidad
El propósito guía de tal manera las actividades de las personas que se convierte en parte de su identidad. Por ejemplo, cuando contamos la historia de los Reyes Magos generalmente se menciona que siguieron la estrella que los llevó a Belén. ¿De qué manera tus esfuerzos diarios son parte de lo que eres? ¿A qué está encaminado todo lo que haces? ¿De qué manera tus acciones pueden llevarte a dejar un legado? ¿Cómo podrías definir tu identidad de acuerdo a tu propósito de vida?
Usa tus fortalezas para seguir la estrella
Los Reyes Magos seguramente eran personas con deseos de aprender y con una gran curiosidad. Eso les hizo observar el cielo y tratar de obtener nuevos conocimientos a partir del movimiento de los astros. También apreciaban la fortaleza del trabajo en equipo y sabían que era más factible que lograran su meta si colaboraban unos con otros. ¿Cuáles son las fortalezas de carácter que pueden ayudarte a seguir tu propósito? ¿Cómo puedes aprovecharlas para lograr tener un mejor desempeño cada día y para mantenerte en el rumbo que has elegido?
Aunque no la veas, la estrella sigue en el cielo
En ocasiones nuestro propósito se ocultará, como la estrella. Habrá momentos de oscuridad, de dificultades. En el momento en que perdieron la estrella, los sabios de Oriente tuvieron apertura mental para consultar con expertos de otras culturas y evaluar con juicio crítico la información que éstos les dieron. Así, aunque en ese momento no veían la estrella, pudieron mantener el rumbo y llegar a su meta. ¿Con qué expertos puedes consultar para afinar y redefinir tu propósito? ¿Quiénes te han ayudado en los momentos de oscuridad? Recuerda que la colaboración nos enriquece y nos fortalece para lograr nuestras metas y vivir con propósito.