La psicología positiva estudia el bienestar y todo lo que ayuda a las personas a vivir en plenitud, a florecer.
Durante sus poco más de 100 años de existencia, la psicología se ha dedicado predominantemente a estudiar la enfermedad mental y lo que hace sufrir al ser humano. El alivio del sufrimiento mental es importante, pues el hecho doloroso puede durar sólo unos minutos, mientras que el sufrimiento o trauma no atendido se puede extender por años.
¿Por qué hay quien mantiene la esperanza, a pesar de la adversidad?
Pero, ¿por qué algunas personas, aún enfrentando situaciones adversas, no se rinden? ¿Por qué se describen como felices, a pesar de haber vivido en condiciones de pobreza o enfermedad? ¿Por qué hay quien, a pesar de los problemas, sigue teniendo esperanza?
En el año 1998, mientras era presidente de la American Psychology Association (APA), el Dr. Martin Seligman propuso por primera vez un nuevo enfoque para el estudio de la psicología: observar qué hace a la gente feliz, qué la hace vivir con bienestar y plenitud, por medio del florecimiento de todas sus capacidades. Con ello, se de dio el primer paso en el estudio científico de la felicidad y el bienestar, que hoy conocemos como la psicología positiva. Muchas de las preguntas de esta rama de la psicología son las que se han hecho los pensadores y filósofos de todos los tiempos: ¿Cuál es la vida buena? ¿Cuál es el sentido de la virtud? ¿Cuál es el significado de la existencia? ¿Qué hace que la vida valga la pena?
El bienestar es más que emociones positivas.
Al estudiar de manera científica la felicidad, se encontró que ésta no está causada simplemente por el placer o la gratificación. Y aunque las sonrisas manifiestan contento, hay momentos en los que construimos bienestar en los que no encaja la “carita feliz”, como al realizar un acto de compasión, prudencia o valentía, o en la concentración artística o científica. La vida buena, la vida realmente feliz, tiene que ver con las emociones positivas, pero también con tener y fomentar buenas relaciones con los que nos rodean, así como con aportar algo a la comunidad.
Los cinco pilares del bienestar
El Dr. Martin Seligman, quien estará mañana en el I Foro Internacional de la Felicidad, propone que la psicología positiva no restringe su estudio científico a la felicidad, sino lo extiende al bienestar humano, a ser en plenitud, lo que él llama florecer. Durante el foro, el Dr. Seligman abordará los cinco pilares del bienestar o la vida floreciente:
1. Las emociones positivas. La felicidad, el placer y la satisfacción son componentes importantes del bienestar, pero no son todo.
2. El involucramiento. ¿Qué tanto me apasiona lo que hago? Cuando hacemos algo que nos apasiona, ya sea un hobby o el trabajo, nos metemos en ello de tal manera que sentimos que el tiempo no pasa.
3. Las relaciones positivas. Ya lo dijo Aristóteles: el ser humano es un animal social. Christopher Peterson, uno de los fundadores de la psicología social lo dice en pocas palabras: “las otras personas también cuentan”.
4. El sentido. Pertenecer y contribuir a una causa mayor que uno mismo, aportar a la comunidad.
5. El logro. Para alcanzar una meta las personas hacen uso de todas sus fortalezas de carácter, se apoyan en relaciones… alcanzar una meta es fuente de bienestar para uno mismo y para los demás.