Por lo general pensamos que podemos mejorar eliminando lo negativo, pero la investigación apreciativa afirma que es necesario valorar lo positivo para generar un cambio.
Muchas personas temen a la palabra evaluación, pero aún más a la palabra investigación. Al evaluar se observa si algo está bien o mal, pero investigar por lo general se trata de indagar a fondo cuál es el problema y eso causa muchas tensiones. Además, muchas veces las investigaciones no tienen sólo por objeto encontrar qué está mal, sino quién es el culpable. Este tipo de evaluaciones e investigaciones causan tensiones y fomentan la negatividad en el ambiente laboral.
Pero hay otra manera de indagar. David Cooperrider, quien estará en la Ciudad de México en el III Foro de Ciencias de la Felicidad el próximo 21 de octubre, es el creador de la investigación apreciativa. En ella se realizan entrevistas para encontrar cuáles son las fortalezas de la empresa y cuáles son los procesos y equipos que funcionan de manera óptima. Cooperrider y su equipo han trabajado con este enfoque por más de 20 años y han descubierto que funciona porque se libera el potencial positivo de la institución. Junto con Diana Whitney y Amanda Trosten-Bloom, este experto ha encontrado seis condiciones que liberan el potencial positivo en una empresa.
1. La libertad de ser conocido
La investigación apreciativa (IA) crea un contexto para que las personas dejen de actuar de manera despersonalizada, sólo de acuerdo a su rol. Al ser entrevistadas, las personas se permiten quitarse la máscara que muchas veces usan para afianzar su autoridad. Las entrevistas acerca de lo positivo hacen que las personas sean más accesibles y que sus ideas fluyan libremente.
2. La libertad para ser escuchado
En unas empresas se da más que en otras, pero por lo general los líderes hablan y ordenan, pero pocas veces se sienten obligados a escuchar. La IA crea el espacio para que todos los niveles operativos se sientan escuchados, pues el investigador apreciativo realiza la entrevista con curiosidad, empatía y compasión. De esta manera salen a la luz nuevas ideas y las personas se sienten reconocidas y valoradas.
3. Libertad para soñar en comunidad
La IA favorece un liderazgo visionario, pues permite que las personas se sientan libres de soñar en comunidad. Por medio del aprecio de lo positivo, las empresas se convierten en lugares seguros para que los empleados y directivos puedan dialogar y compartir visiones y sueños para el futuro.
4. Libertad para contribuir
Al adquirir la libertad para ser conocido, escuchado y poder soñar en voz alta, cada uno de los colaboradores de la empresa aumenta su involucramiento en las objetivos corporativos y experimenta la libertad de elegir formas de contribuir para los logros comunes. Al estar comprometidos con los proyectos, se sienten motivados para aprender e innovar; se vuelven creativos y determinados.
5. Libertad para ser interdependiente
Cuando las personas saben que los otros miembros de la empresa consideran importante su labor y están deseosos de colaborar, se crea un ambiente de interdependencia en el que los empleados desean cooperar y se sienten libres para experimentar y enfrentar los retos.
6. Libertad para ser positivos
A pesar del dolor que causa, en la mayoría de las empresas existe mucha más libertad para expresar lo negativo y las carencias. La IA abre el camino para que las personas se permitan expresar el aprecio por lo positivo que encuentran en su empresa o institución. Las entrevistas que indagan lo que sí funciona abren canales para que se comunique el orgullo por los logros, los aprendizajes creativos, el valor del trabajo en equipo. Todo esto facilita el camino para establecer el cambio positivo.
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