La fuerza de la autorregulación
Como un músculo, la autorregulación se hace fuerte cuando se ejercita, pero también se agota si se abusa de ella.
¿Cómo comenzaste el año? ¿Tienes un propósito definido, hacia el que has enfocado tus fuerzas? ¿No hiciste propósitos porque siempre los abandonas? ¿Conoces a alguien que a pesar del frío haya persistido en levantarse más temprano para hacer ejercicio? ¿Conoces a alguien que esté de pésimo humor por estar a dieta o haber dejado de fumar?
Todas estas situaciones tienen que ver con la fortaleza de la autorregulación, que consiste en la habilidad individual para regular o controlar las respuestas de cualquier tipo, ya sean pensamientos, emociones, impulsos o acciones, con el fin de lograr metas o cumplir con ciertas normas. La autorregulación es la fortaleza de carácter que ayuda a la persona a tener el control de su vida, en lugar de dejarse llevar por las circunstancias, por la corriente de la vida, por lo que los demás hacen o dicen. La autorregulación ayuda a ser el protagonista del propio destino, en lugar de sentirse indefenso o abrumado.
Generalmente pensamos que la autorregulación consiste en evitar una conducta, como no comer dulces o dejar de fumar. Pero la autorregulación también se ejercita cuando es necesario forzarnos a una conducta, como ponernos a estudiar o levantarnos de la cama en un día frío para llegar a tiempo al trabajo.
La autorregulación es como un músculo.
Como todas las virtudes, la autorregulación se hace más fuerte mientras más se ejercita. Podemos compararla con un músculo: mientras más se entrena, más fuerte se hace. Por ejemplo, muchos de los triatletas son personas que ya habían tenido triunfos en deportes específicos, como la natación o el ciclismo. Para tener esos logros, emplearon la fortaleza de la autorregulación. Junto con su musculatura corporal, esta fuerza de carácter se desarrolló y ahora les permite tener éxito en pruebas deportivas combinadas. Pero como un músculo, también se agota si se abusa de ella. Así como se puede tener un desgarre físico con el ejercicio excesivo de los músculos durante un entrenamiento, es más común que las personas rompan la dieta por la noche, cuando ya están cansadas y su autorregulación se ha desgastado enfocándose en sacar adelante un proyecto del trabajo, controlando el mal humor por el tráfico o tratando de mantenerse despiertos a pesar de estar cansados.
La fortaleza de la autorregulación es limitada, por eso también se diluye o se agota si tratamos de emplearla para varias cosas a la vez. Si hago varios propósitos de año nuevo, tendré que dividir mi autorregulación entre todos ellos, y lo más probable será que no tenga la energía suficiente para lograr ninguno. Los investigadores Emmons y King[1] han demostrado que cuando metas múltiples y distintas están en conflicto, las personas tienden a rumiar sus pensamientos y como resultado no avanzan hacia ninguna meta.
Cómo hacer más fuerte la autorregulación.
1. Enfócate. Elige un propósito y dirige todos tus esfuerzos hacia él. De esta manera no se diluirá tu energía tratando de lograr metas que no son compatibles.
2. Obsérvate. ¿Estás gastando tu energía en tratar de suprimir pensamientos o impulsos que no son compatibles con tu meta? Eso sólo te agotará y provocará un efecto de rebote, como cuando estás tratando de no pensar en un antojo, por ejemplo unas papitas, y al final del día, cuando estás cansado, te las acabas comiendo. Dirige tu atención y tus fuerzas hacia lo que sí quieres lograr, no a lo que quieres suprimir.
3. Lleva un registro. Una de las estrategias más sencillas y efectivas para lograr las metas es llevar un monitoreo por escrito de los avances hacia la meta. Sólo necesitas lápiz y papel; tu registro funcionará como recordatorio de tu propósito y a la vez como estímulo para mantenerte en camino hacia tu meta.
La autorregulación permite eliminar respuestas o conductas que atentan contra la felicidad y el bienestar. También permite favorecer las acciones que ayudan a vivir mejor, por ello es importante ejercitarla y hacerla cada día más fuerte.
[1] Emmons, R. A; King, L. A.(1988). Conflict among personal strivings: Immediate and long-term implications for psychological and physical well-being. Journal of Personality and Social Psychology, 54, 1040-1048.