Blog Instituto de Ciencias de la Felicidad

La Felicidad no es un Lujo

Written by Universidad Tecmilenio | Dec 28, 2017 2:41:56 PM

No es algo que conseguir, sino una manera de vivir

Cuando nos referimos a la  felicidad, es muy común que hablemos de ella como un estado al que llegaremos en el futuro, como un lujo que alcanzaremos una vez que hayamos cubierto nuestras necesidades básicas, nuestras necesidades de logro, o nuestras necesidades emocionales. Es decir, creemos que el tener dinero, reconocimiento y buenas relaciones son condiciones para ser feliz. Pensamos que sólo entonces podremos ser felices, consideramos a la felicidad como una joya, un lujo que sólo puede alcanzarse una vez que tengamos lo necesario. 

En su libro Ganar felicidad (en inglés: Happier, 2007), Tal Ben-Shahar explica que esta forma de pensar se justifica por la mentalidad competitiva que es tan común actualmente. Desde que los hijos son pequeños, los padres enseñan a los niños a posponer el placer para obtener logros en el jardín de niños. Las personas crecen con esta mentalidad, con la idea de que una vez que logren el triunfo o la fama serán felices. Pero muchas veces, como el mismo Ben-Shahar experimentó al ganar el campeonato israelí de squash a los 16 años, después de obtener el triunfo sólo hay un vacío. Se pierde el sentido.

Para otras personas la felicidad sólo puede obtenerse por medio del placer. Estas personas optan por un estilo de vida complaciente, hedonista: el esfuerzo no vale la pena, hay que buscar diversión, entretenimiento, deleite sin fin. Se confunde a la felicidad con un objeto de consumo, hay que comprarla, obtenerla de algún modo. Pero este estilo de vida tampoco genera satisfacción duradera,  quienes quieren sólo gozo tardan poco en descubrir que el  placer pasa -es efímero por naturaleza-  y no otorga felicidad duradera.

 

La película RUSH, PASIÓN Y GLORIA  muestra estas dos maneras de vivir en dos formidables pilotos de Fórmula 1: Niki Lauda es el competitivo; James Hunt, el hedonista.

 

También seguramente conocemos a personas que, como en las caricaturas, llevan una nubecita negra sobre la cabeza, nada tiene sentido: ni el esfuerzo competitivo, ni la búsqueda hedonista de placer. Viven la vida como una condena, orientados hacia algo que sucedió en el pasado, sin tener control sobre su presente y, mucho menos, sobre el futuro. Son las personas nostálgicas en exceso (Ben-Shahar las llama nihilistas) o que, como descubrió MartinSeligman aprendieron la indefensión, es decir, que han renunciado a tratar de hacer algo con su propia vida, se sienten fracasadas antes de intentarlo.

 

Quienes son felices saben que tienen las riendas de su destino,
a pesar de las dificultades.

 

Cuando pensamos en la felicidad como algo externo a nosotros podemos dejar de ser libres y atarnos a esa idea. Ben-Shahar explica que el competitivo es esclavo de la idea de la felicidad en el futuro; el hedonista es esclavo del placer con el que pretende obtener felicidad en el presente; mientras que el nihilista o nostálgico es esclavo de la idea de que todo tiempo pasado fue mejor. Estas ideas encadenan e impiden que la persona se abra a oportunidades distintas. La propuesta del modelo de la felicidad duradera es disfrutar el mientras, es decir, disfrutar el recorrido, el camino hacia una meta que consideramos valiosa.


 

La felicidad se da en tres tiempos, simultáneamente: saborear los recuerdos
del pasado, disfrutar las circunstancias del presente, construir el futuro
a partir de los cimientos del hoy.

 

La felicidad duradera es disfrutar el camino hacia a una meta que consideramos valiosa.

Si quieres aprender cómo vivir de una manera feliz, apreciando el pasado, disfrutando el presente y construyendo un buen futuro, participa en el FORO INTERNACIONAL DE CIENCIAS DE LA FELICIDAD.