Jobcrafting: el arte de construir tu trabajo
¿En qué te fijas cuando buscas un trabajo? Seguramente en el salario y las prestaciones, el horario y qué tan lejos te queda de tu casa. Pero lo primero que haces, aunque no lo hagas de manera muy consciente, es ver de qué se trata, qué es lo que tendrías que hacer, o, como se dice de manera formal, el “perfil del puesto”
Si decides solicitar el trabajo, los reclutadores evaluarán en los exámenes y las entrevistas qué tanto se acercan tus talentos, tu formación y tus habilidades a lo que el perfil del puesto requiere. Pero aunque en una escuela haya muchos maestros, o en un hospital muchos doctores, o en una empresa muchos gerentes y todos hayan sido contratados con un mismo perfil del puesto, no todos cumplen con el trabajo de la misma manera. Pueden ser igualmente eficientes y estar alineados con lo que la organización pide de ellos, pero las personas que se sienten más felices y satisfechas con el trabajo, las que se despiertan con alegría los lunes, se sienten con la autonomía suficiente para decidir cuál es la manera en la que pueden realizar sus tareas, con quién pueden relacionarse o le han encontrado un sentido personal al trabajo. Ellos han descubierto, quizá de manera intuitiva, lo que Jane Dutton y Amy Wrzesniewski (2013) llaman jobcrafting, que consiste en construir o diseñar personalmente cómo cumplir con las tareas que el trabajo requiere.
Esas investigadoras han encontrado que el jobcrafting se presenta de tres maneras.
1. El diseño de la tarea o task crafting
Esta forma de construir el trabajo consiste en decidir cómo cumplir con las tareas que la empresa u organización requiere de ti. Puede ser algo tan sencillo como una asistente que decide una manera más eficiente de tomar los mensajes para su jefe, o un contador que inventa un nuevo sistema de archivar los inventarios. El empleado está alineado a las metas de la organización y a las tareas que se le han asignado, pero usa su creatividad y sus fortalezas para imaginar y diseñar cuál es la mejor manera de cumplir con ellas. Piensa por un momento: ¿has usado el task crafting en tu trabajo? Muy probablemente tu respuesta sea sí.
2. Decidir con quién relacionarse o relational crafting
Para lograr más productividad y eficiencia, las empresas o instituciones se han estructurado en departamentos o divisiones que cumplen tareas específicas: Ventas, Contabilidad, Producción, Investigación y Desarrollo, Mercadotecnia, por ejemplo. El perfil del puesto requiere que el empleado tenga relación con algunos departamentos y no con otros. Sin embargo, las organizaciones están formadas por personas, así que frecuentemente los empleados deciden con quién relacionarse para cumplir de una mejor manera con su trabajo. Por ejemplo, un ingeniero de Investigación y Desarrollo puede darse cuenta de que el amigo que tiene en el área de Ventas, cuando le cuenta de sus visitas en los clientes, le está también dando ideas sobre los productos que ellos desean. Los organigramas marcan la estructura, pero en realidad la energía y las ideas en una organización fluyen por las conexiones interpersonales.
3. Reencuadre cognitivo o cognitive crafting
En uno de los primeros estudios realizados por Amy Wrzesniewski en el hospital de la Universidad de Yale, ella se dio cuenta de que los trabajadores de limpieza no describían su trabajo de la misma manera. Algunos efectivamente decían que su trabajo era de afanador, pero había otros que decían que su trabajo era de sanador. Los primeros sólo ponían atención en la higiene de los pisos o las habitaciones. Los que se consideraban sanadores habían hecho un reencuadre cognitivo, por el que consideraban que la limpieza era indispensable para la salud de los pacientes y, por tanto, las tareas que ellos hacían, por sencillas que fueran, eran una parte importante de su recuperación. Estos empleados se sentían más motivados y más satisfechos con su trabajo porque le habían encontrado un propósito y sentido más allá de la descripción del puesto. Cuando reflexionamos acerca de la trascendencia de nuestro trabajo diario, nos estamos haciendo preguntas que nos permiten hacer un reencuadre cognitivo y, por tanto, encontrarle mayor sentido y propósito.
Amy Wrzesniewski y Jane Dutton han encontrado que quienes aplican el jobcrafting o el arte de construir su trabajo se sienten más felices y satisfechos y le encuentran mayor sentido. ¿Cómo podrías aplicarlo tú?
WRZESNIESKI, A.; LOBUGLIO, N.; DUTTON, J.E.; BERG, J.M. (2013). Jobcrafting and Cultivating Positive Meaning and Identity in Work, Advances in Positive Organizational Psychology, Vol. 1, 281-302.
Si quieres saber más sobre el tema visita: www.tecmilenio.mx