Durante la época de Navidad y las fiestas de fin de año tenemos la oportunidad de convivir con la familia o los amigos. Apreciar el presente, mirar con curiosidad, dejar de compararnos y perdonar son actitudes que nos ayudarán a disfrutar plenamente estas fiestas.
Durante el mes de diciembre, es común tener una gran cantidad de reuniones de amigos y familiares, además de compromisos con compañeros o socios de trabajo. Es una época de fiestas, pero algunas personas se deprimen o las evitan porque alguien las ha lastimado, añoran el pasado o se sienten abrumadas por la comparación social.
Te compartimos algunas estrategias positivas que te ayudarán a redescubrir y apreciar a tus familiares y amigos, para que aproveches esta oportunidad de fortalecer los lazos de afecto.
1. Deja atrás el pasado y observa el hoy
Mantener y celebrar las tradiciones no quiere decir añorar dolorosamente el pasado. La vida es cambio. Ya no podemos volver a ser niños, quizá algunas personas queridas han muerto o no viven ya en la misma ciudad. Agradece lo bueno del pasado y aprecia lo bueno del presente. Celebra con quienes tienes cerca hoy.
2. Acude a las fiestas con curiosidad y apertura
Permítete redescubrir a los familiares y amigos que verás en estas fiestas. Todos cambiamos. A veces nos decepcionamos porque una persona ya no responde a nuestras expectativas: “era la prima guapa”, o “ese tío siempre daba los mejores regalos”, o “antes contaba los mejores chistes”. Nos frustramos porque queremos relacionarnos con un personaje que hemos creado en nuestra mente, en lugar de reconocer la riqueza de la persona que tenemos enfrente. En las reuniones de este año, quita de tus ojos la venda de los prejuicios y permítete observar con curiosidad y apertura a tus familiares y amigos, como si los estuvieras conociendo por primera vez. Escúchalos con atención, haz preguntas que te permitan descubrir sus intereses, cómo les ha ido en el año, celebra con ellos lo bueno y acepta el cambio.
3. Evita la comparación social
Con la época de fin de año llegan con más fuerza los anuncios de la familia perfecta, la casa perfecta, la cena perfecta e incluso la mascota perfecta que todos deberíamos tener. Pero ese mundo perfecto sólo existe en la publicidad. En todas las familias hay momentos buenos y momentos malos, y de poco servirá la decoración impecable de un árbol de Navidad en un momento de crisis. Deja de poner energía en competir y enfócala a colaborar. Cambia el deseo de que todo sea perfecto, por el de que sea suficientemente bueno. La publicidad también nos centra en lo que otros nos pueden dar, en los regalos que debemos esperar o pedir. Pero los estudios de psicología positiva nos muestran que la gente que da es mucho más feliz que la que recibe. Aprecia lo que tienes y lo que puedes compartir. Muestra tu bondad regalando lo que no se puede comprar: tu tiempo, tu escucha, tu ayuda.
4. Ábrete al perdón
Es probable que en las reuniones familiares o de amigos te encuentres con alguien que te ha lastimado. O quizá con alguien a quien tú has ofendido. El perdón es una fortaleza de carácter que nos libera del rencor, del sufrimiento y nos ayuda a empezar de nuevo. Nos permite ser compasivos con nosotros mismos o con los otros por los errores que se han cometido y tener una nueva oportunidad.
5. ¡Muestra tu vitalidad!
Sal de la pasividad y el aburrimiento participando en la reunión, pon entusiasmo en lo que la fiesta te pida: poner el árbol o envolver regalos, cantar la Posada o bailar, pegarle a la piñata o sentarte a cenar. Te aseguro que aunque al principio tengas que fingir el entusiasmo, después de un momento te sentirás más energizado, vivo y divertido.
