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Energizadores positivos

Como seres sociales que somos, cuando pasa algo importante en nuestra vida deseamos compartirlo con alguien más. Ya sea que hayamos tenido un ascenso en el trabajo o estemos enfrentando problemas para alcanzar las metas de ventas, generalmente buscamos con quién hablar acerca de eso. En algunos casos, nos sentimos mejor y más energizados después de haber platicado con alguien. En otros, aunque hayamos compartido una buena noticia, podemos sentirnos desanimados e incluso un poco tontos por haberle dado importancia. ¿Por qué?


Cuando interactuamos con un energizador positivo nos sentimos más vitales, más interesados y más motivados para seguir adelante. Cuando hablamos con un energizador negativo nos sentimos agotados y sin entusiasmo. Los primeros son como un sol que da calor y luz a la organización; los segundos chupan la energía de los demás. Los energizadores positivos no siempre están en la posición más importante en el organigrama, pero ciertamente son personas altamente efectivas que saben comunicar fuerza y capacidad creativa a todos los que les rodean. No sólo contagian motivación, sino vitalidad.


¿Cómo se distingue a un energizador positivo?

 
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De acuerdo con Kim Cameron (2013), experto en Psicología Positiva Organizacional, la mejor forma de saber si alguien es un energizador positivo está en cómo te hace sentir. Si después de interactuar con alguien te sientes vigorizado y con más energía para hacer tu trabajo, esa persona es un energizador positivo. ¿Qué otras cosas distinguen a los energizadores positivos?


  • Enfoque en las soluciones. En la siguiente junta de trabajo, usa tu capacidad de observación. ¿Quién se enfoca siempre en las soluciones y quién hace los problemas más grandes? Un energizador positivo está consciente de los recursos de la organización y de las personas que la conforman, por lo que se centra en estas capacidades para superar el reto causado por la adversidad, en lugar de echar la culpa o enfocarse en las carencias.
  • Son confiables. Como parte del trabajo colaborativo, hacemos promesas y acuerdos para alcanzar las metas. ¿Quién cumple su palabra y quién olvida los acuerdos? Un energizador positivo es confiable y hace la parte a la que se comprometió, sin estarse comparando con los otros, sin desanimarse por la falta de involucramiento de otras personas.
  • Valoran a los otros y los ayudan a florecer. Los ambientes organizacionales son generalmente competitivos. Mientras que una persona negativa buscará ensalzarse a sí mismo y ser admirado, un energizador positivo tiene una mentalidad de abundancia y sabe que cada persona realiza una contribución importante a la organización. Por ello, no tiene miedo de reconocer el valor de cada uno ni de apoyarlos en su desarrollo y crecimiento.
  • Expresan gratitud. Un energizador positivo tiene una mirada de aprecio, por lo que se da cuenta de que no podría lograr las metas sin el apoyo de los otros y que las personas que lo rodean contribuyen a su florecimiento y bienestar. Por eso se da tiempo de dar las gracias de manera genuina a su equipo y a cualquier otra persona de la empresa, sin importar el nivel que esta ocupe en el organigrama. Los energizadores negativos, por el contrario, creen que otras personas deben darles las gracias y tienen una actitud de merecimiento y prepotencia.
  • Sonríen. Los energizadores positivos son corteses, amables y comparten sonrisas. Saben que para ser efectivo no es necesario ser solemne y distante. Por el contrario, ellos crean cercanía y confianza.

¿Cómo ayudan los energizadores positivos a la organización?

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En estudios realizados por Cameron (2013) y sus colaboradores se ha encontrado que las personas que tienen un líder energizador positivo experimentan un mayor bienestar personal, están más satisfechos con su trabajo, están más comprometidos con su organización y tienen un mejor desempeño. Las unidades de trabajo que tienen líderes positivos, además, muestran mayor cohesión y mayor orientación al aprendizaje. Se ha visto también que el bienestar que experimenta el trabajador en la organización se contagia a su familia. Un energizador positivo transmite vitalidad y entusiasmo dentro y fuera de la organización, ¿te gustaría ser uno?


Referencias:

Cameron, K. (2013). Practicing Positive Leadership. San Francisco: Berret-Koehler Publishers, Inc.

Publicado: 2017-12-29 19:35:43
Autor: Universidad Tecmilenio