Descubre si eres optimista o pesimista en las explicaciones que te das sobre lo que pasa en tu vida.
Por lo general cuando leemos la palabra poder, imaginamos actividades que requieren gran fuerza o vigor, que son, de alguna manera muy notorias. Pero, ¿has pensado en el poder de una semilla? Está escondida, debajo de la tierra, nadie nota su germinación, pero un día puede surgir una pequeña planta que a su vez puede convertirse en un gran árbol. Así son las transformaciones personales, se van gestando poco apoco, en el interior.
Aprender a escucharnos es una acción silenciosa, que requiere toda nuestra atención. Es una habilidad muy poderosa para lograr las metas y mejorar las relaciones. Además, aquí te mostraremos cómo identificar si tus explicaciones son optimistas o pesimistas.
Los estilos explicativos
En el libro La felicidad auténtica (2011), el Dr. Martin Seligman, uno de los fundadores de la psicología positiva, explica que la forma en la que expresamos lo que nos pasa refleja si somos optimistas o no. Al dar una explicación a los eventos que vivimos, también planteamos si es posible o no una solución.
Permanencia
Se refiere a la duración de una causa o situación. Las personas que se rinden con facilidad o que tienden al pesimismo piensan que las causas de la adversidad son permanentes y siempre estarán allí, impidiendo que logren lo que desean. Pensar y decirnos que siempre hay obstáculos y que no hay forma de librarlos desanima y disminuye la capacidad de logro de las metas. Por el contrario, las personas que tienden al optimismo piensan y se dicen a sí mismas que las causas de la adversidad son temporales, y esto es un motivo para perseverar.
Piensa en alguna dificultad o fracaso que tuviste recientemente. ¿Qué explicaciones te diste? ¿Qué explicaciones le diste a tus amigos? ¿Identificaste el obstáculo como temporal o permanente?
Ahora cambiemos completamente la situación. ¿Cómo te explicas las cosas buenas que suceden en tu vida? Las personas optimistas otorgan permanencia a lo bueno que les sucede, mientras que los pesimistas piensan que son eventos pasajeros.
Generalización
Además de la permanencia, conviene escuchar si las explicaciones que te das frente a distintas situaciones son generales o específicas. Frente a un fracaso amoroso, por ejemplo, algunas personas comienzan a darse por vencidas en otras áreas de su vida. Otras, por el contrario, identifican claramente el fracaso en esa relación específica, pero siguen desempeñándose bien en el trabajo, los estudios, los deportes y otras relaciones interpersonales.
Por otra parte, el estilo explicativo optimista funciona exactamente al contrario: otorga causas generales o universales a lo bueno y específicas a lo malo.
El optimismo tiene un componente cognitivo importante, por lo que se puede aprender a pensar de manera optimista, y, por tanto, a tener más esperanza. El primer paso consiste en escuchar con atención las explicaciones que das. Numerosos estudios de psicología positiva han mostrado que personas optimistas tienen mejores relaciones, mejores resultados en el trabajo y mejor salud.