¿Con qué nos quedamos después del Mundial?
El domingo pasado terminó el campeonato mundial de futbol, o Copa Mundial de la FIFA 2014. Gran parte de nosotros hemos visto los juegos y vivido intensas emociones positivas, como asombro, interés, curiosidad, gozo, y algunas otras negativas, como angustia, tristeza o enojo. Incluso el #noerapenal ha sido acompañado de ingeniosos memes en las redes sociales y se hizo presente para anular votos en las elecciones recientes en Nayarit y Coahuila. Es indudable que los partidos del Mundial han alterado nuestra rutina, nos han llevado de la exaltación a la depresión, han promovido reuniones sociales y afectado nuestros hábitos alimenticios. Así que es probable que algunos experimentemos un síndrome de abstinencia, como ocurre cuando dejamos el café, el alcohol o alguna otra sustancia que afecta nuestros neurotransmisores. Pero antes de dejar atrás esta vivencia, me gustaría tomar este tema como punto de partida para reflexionar acerca de las metas.
Un gran juego que se perdió
Después del partido México – Holanda, se repitió hasta el cansancio la frase: “México jugó como nunca para perder como siempre”. Sin embargo, esa frase demerita la extraordinaria preparación y desempeño físico que mostraron los jugadores de nuestro país en esta justa deportiva que se llevó a cabo en Fortaleza, Brasil, con una temperatura promedio de 32ºC y una asfixiante humedad de 70%, lo que llevó a que por primera vez en un campeonato del mundo se programaran pausas de rehidratación a los 30 y a los 75 minutos. Ayelet Fisbach y Maferima Touré-Tillery [1] señalan que uno de los obstáculos más grandes para alcanzar una meta es el agotamiento del ego, que se presenta después de completar tareas de autocontrol que han requerido el uso de los recursos físicos o psicológicos, lo que lleva a una reducción de la posibilidad de ejercer mayor autocontrol. Durante la primera mitad del juego, el equipo mexicano desplegó una notable energía física y psicológica, al persistir con entusiasmo y coraje a pesar del clima adverso y de la fama de superioridad del rival.
Confundir una meta parcial con el logro final
Durante el primer tiempo, México mostró dominio del juego, lo que culminó con el gol de Giovanni Dos Santos en el minuto 48. Sin embargo, a partir de ahí la estrategia cambió. Los tricolores dejaron de atacar, como si ya se hubiera ganado el juego, cuando en realidad sólo se había logrado anotar un gol y faltaban aproximadamente 42 minutos del partido, sin contar el tiempo de compensación. Es posible que el agotamiento del ego, es decir, el desgaste físico y psicológico comenzara a hacer mella entre los jugadores.
Además, la experta en metas Caroline Miller señala que “perder duele más de lo que se siente bien ganar” [2]. Por ello es que muchas veces se evita el riesgo para tratar de asegurar la posición que se ha conseguido, en este caso la ventaja de un gol, y se adoptan conductas en las que se evita el riesgo. ¿Cuántas veces te has conformado con la primera opción en un examen de selección, en una calificación o en un trabajo, con tal asegurar una posición y evitar el peligro?
Dos formas de ir hacia las metas
La autorregulación está formada por los procesos mediante los cuales los individuos alteran sus emociones, deseos y acciones con el fin de lograr una meta. La autorregulación permite evitar cualquier tipo de desviación para cumplir el objetivo.
Los expertos en metas Ayelet Fisbach y Maferima Touré-Tillery señalan que hay dos formas de autorregulación que nos ayudan a ir hacia las metas. La primera es el enfoque de prevención, en el que se pone el acento en la necesidad de seguridad; se busca evitar las pérdidas (presencia de lo negativo) y aproximarse a un estado de no-pérdida (ausencia de lo negativo). El enfoque está en evitar los riesgos y favorecer la seguridad.
La segunda manera en la que podemos usar la autorregulación es con un enfoque de promoción, en el que se pone el acento en las esperanzas, los logros y los avances. En este enfoque se busca acercarse a las ganancias (la presencia de lo positivo) y evitar la no-ganancia (ausencia de lo positivo).
De acuerdo con esta propuesta teórica, la Selección Nacional eligió el enfoque de prevención, al disminuir el ataque y buscar asegurar su posición de ventaja mediante la defensa. Usó los pocos recursos de autorregulación que le quedaban para evitar el riesgo, en lugar de mantenerse en el enfoque de promoción, que fue con el que jugó los primeros 48 minutos, en los que cada pase era un avance y manifestación de esperanza. Después del Mundial te invito a pensar: ¿con qué enfoque de autorregulación vas por las metas en el juego de la vida?
* En México se llama cruda a lo que en otros países hispanohablantes se conoce como resaca.
[1] Fishbach, Ayelet; Touré-Tillery, Maferima. Motives and Goals. Recopilado por nobaproject.com
[2] Miller, Caroline Adams; Frisch, Michael B. Creating your Best Life. Sterling Publishing. 2009