Crea ambientes positivos de trabajo para ser un mejor líder
Los ambientes positivos son ideales para la familia, las fiestas, los viajes, los amigos, pero también son muy relevantes para el trabajo. Impactan positivamente en la vida de las personas, pues ahí pasamos al menos la mitad del tiempo que vivimos despiertos.
Guía para crear un ambiente positivo en tu empresa
Los centros laborales donde las jerarquías, la formalidad, la rigidez y la competencia interna están por encima de la gente han quedado atrás. Si hoy en día todavía se mantienen estos esquemas negativos, es por falta de interés de sus dirigentes para generar las condiciones que hagan posible ese estado de bienestar. En el siguiente artículo, te damos una guía de cómo lograr un ambiente positivo en tu organización.
Construye relaciones de confianza
Los ambientes positivos en el trabajo son el resultado de construir buenas relaciones entre las personas que trabajan en una organización. Han generado confianza entre ellos, apoyo y aprecio.
Es un estado que se consigue de manera horizontal, es decir, es resultado de las buenas relaciones interpersonales, lo cual incluye a las y los líderes quienes tienen la alta responsabilidad de generar las condiciones necesarias.
Quien tiene la fortuna de trabajar en esos ambientes se siente valorado, comprometido, satisfecho, en confianza, con vínculos de amistad y compañerismo.
Hoy en día, especialistas en bienestar como Kim Cameron, han recopilado estudios que documentan cómo las relaciones positivas favorecen los sistemas hormonal, cardiovascular e inmune; mejoran la salud mental y, por si fuera poco, provocan una mayor rentabilidad para las organizaciones.
Las claves están en generar la confianza, el apoyo y el aprecio mutuo entre los miembros de los equipos de trabajo. Si bien, como hemos dicho, es un trabajo entre compañeros(as), corresponde a los líderes poner el ejemplo y las condiciones.
Da gran tranquilidad a nuestra vida el poder confiar en las personas y en la organización en que trabajamos. Sin embargo, es algo que toma mucho tiempo construir y sumamente fácil perder.
Recuerda que el primer paso para conformar ambientes positivos es trabajar la confianza. Debemos aprender a cumplir todo aquello con lo que nos hemos comprometido. En caso de existir cierto riesgo de fallar, dar aviso o bien, ofrecer disculpas y asegurarse de que no vuelva a pasar.
Que alguien escuche tus propuestas y opiniones, sin burlas o descalificaciones, genera mucha confianza entre los equipos de trabajo. Todos se sienten valorados y con la seguridad de que sus puntos de vista son tomados en cuenta.
Apoyo mutuo
Es un compromiso porque todos los compañeros florezcan. Es enseñar, aconsejar, habilitar, tanto a colaboradores como a compañeros. No importa en qué posición del organigrama nos encontremos.
Cuando apoyamos a nuestros(as) compañeros(as) debemos hacerlo desde lo que se llama un lenguaje de abundancia: valorar las cosas positivas, sobre las negativas; buscar la solución y no a los culpables.
Ser también humildes y agradecidos con quien nos ayuda, pues eso abre las puertas para que nos siga enseñando, y tratar de ver siempre las oportunidades en las adversidades.
Aprecio hacia los demás
Valorar lo que nuestros(as) compañeros y líderes hacen por nosotros es de gran ayuda para construir ambientes positivos de trabajo.
Debemos recordar que por más lejana que se encuentre una persona dentro de nuestra organización, siempre su labor es importante para lo que hacemos y para nuestro bienestar.
Reconocer ese aprecio es vital, es un aceite que lubrica todo el engranaje del bienestar. De ahí la importancia de dar gracias y especialmente aprender a ver lo valioso que son los gestos y trabajo de cada compañero(a).
Muchas personas tienen como sus mejores amigos a colegas o excompañeros(as) de trabajo.
Los beneficios de un ambiente positivo
Las claves antes mencionadas, provocan que las y los colaboradores tengamos la certeza que en la organización que trabajamos tenemos un futuro, que podemos construir recursos para un mejor desempeño profesional y personal.
Por consiguiente, desata efectos positivos como:
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Las personas se vuelven más creativas en su vida y en el trabajo, pues cuando acuden a sus actividades están más presentes, fluyen con vigor, decisión y absortos en sus retos.
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Mejora la interacción social como resultado del ambiente y alegría que se vive en el centro laboral.
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Las y los colaboradores, líderes y la organización alcanzan más fácilmente sus metas como producto de la energía extra que se genera y especialmente porque el compromiso crece, pues ya no sólo se busca no fallar con la organización, sino con las y los compañeros que suelen apoyarnos, un círculo virtuoso que hace que nos guste lo que hacemos y queramos ser los mejores en equipo.
Sé parte de esos ambientes positivos que provocan mayor productividad en las organizaciones y el bienestar integral de las personas. Estos y otros temas serán tratados en Wellbeing360, una iniciativa del Instituto de Ciencias del Bienestar de Tecmilenio que reúne a especialistas y científicos de excelencia a nivel mundial.