7 ideas de Educación Positiva
1. Implementar el bienestar en la escuela favorece el aprendizaje
La Dra. Lea Waters directora del Centro de Psicología Positiva en Melbourne Graduate School of Education, de la Universidad de Melbourne, Australia, afirmó que la Educación Positiva consiste en aplicar intervenciones para aumentar y mantener el bienestar desde el jardín de niños hasta la universidad. Así, desde pequeños los niños entran en contacto con actividades que les ayudan a conocer y expresar sus emociones, aprenden a establecer buenas relaciones, conocen sus fortalezas y establecen metas. Las investigaciones han mostrado que las escuelas que tienen un modelo de bienestar alcanzan sus metas académicas meses antes que las escuelas que siguen un modelo tradicional, por lo que apostar por la educación positiva tiene además buenos resultados en el rendimiento escolar.
2. Mientras más observas y aprecias lo bueno, más fácil es
Aunque con frecuencia es más fácil detectar fallos o debilidades, en la Educación Positiva el enfoque está en las fortalezas de las personas. Mientras más nos ejercitamos en identificar y cultivar nuestras fortalezas y las de los demás, más fácil es apreciarlas, mencionarlas, así como generar conversaciones enriquecedoras, encontrar soluciones y experimentar bienestar.
3. La felicidad se puede aprender
Al explicar el modelo de bienestar que se aplica en Tecmilenio, Luis Gutiérrez, Vicerrector de Profesional de Tecmilenio, afirmó que la felicidad es una competencia, ya que se puede aprender a ser feliz, pasando por las etapas que tienen las competencias, como el recuerdo, la comprensión y el análisis de lo que facilita vivir con bienestar, la repetición de acciones que apoyan una vida buena, la creación de estrategias y, finalmente, la transferencia de estas habilidades a otras personas.
Las etiquetas y sentencias como "no sabes jugar futbol", "no eres bueno en matemáticas" expresan una mentalidad fija, que dificultan y, en algunos casos, imposibilitan el desarrollo de la persona. Podemos cambiar esas frases deterministas con ayuda de la palabra todavía: "no sabes jugar futbol todavía" o "no eres bueno en matemáticas todavía", por ejemplo, expresan un proceso en el que hay oportunidades de mejora y una mentalidad de crecimiento.
5. Establecer rituales es esencial
Para lograr las metas conviene tener buenos hábitos, pero la mejor forma de incorporarlos a la vida para ser perseverantes es convertirlos en rituales. De esa manera, la conducta que nos lleva hacia nuestro objetivo se convierte en una costumbre que se realiza cada día, casi de manera automática, y nos ayuda a avanzar.
6. Tener un propósito en la vida te ayuda a ser tu mejor versión
De acuerdo con Rosalinda Ballesteros, Vicerrectora de Preparatoria de Tecmilenio, la adolescencia es una etapa de la vida llena de oportunidades y es una fase crucial para ayudar a los jóvenes a establecer un propósito de vida que les ayudará a lograr sus sueños. Trabajar en el para qué de las cosas, en el significado, y favorecer que se comprometan con proyectos más grandes que ellos mismos es un elemento clave para su bienestar.
7. La crianza enfocada en fortalezas contribuye al bienestar tanto de los hijos como de sus padres
La educación tradicional se centra suprimir comportamientos negativos y suplir las carencias. La educación positiva se basa en las fortalezas, pues todas las personas tenemos fortalezas distintivas que empleamos para lograr nuestras metas, relacionarnos y divertirnos. Lea Waters señaló que conocer cuáles son las de nuestros hijos es una fuente de bienestar para toda la familia, porque podemos generar conversaciones que les ayuden a enfocar los retos que tienen día a día, desde mejorar su conducta en el salón de clase hasta elegir su vocación, animándolos a usar sus fortalezas insignia, que son sus propios recursos.