¿Cómo acercar la ingeniería y la robótica a niñas y niños? El equipo Pyrox de Prepa Tecmilenio Guadalupe encontró una idea: impartir talleres de robótica para niños en el Papalote Museo del Niño.
“Queremos que más personas se interesen en la robótica como nosotros lo hicimos con FIRST”, señala José Roberto González Pérez, capitán del equipo. “Las competencias nos han dejado experiencias muy valiosas, y compartir eso con otras personas nos motiva a seguir. Queremos que vivan lo que nosotros vivimos: descubrir, divertirse y aprender algo que puede cambiar su futuro”.
Cada dos sábados, el equipo Pyrox cambia el taller de robótica por el museo. Cargan sus materiales, preparan las piezas y se instalan en el Papalote Museo del Niño. Ahí, la robótica se convierte en juego, y el juego en aprendizaje. Cada sesión forma parte de su iniciativa para acercar temas de ciencia y tecnología a la niñez, con actividades inspiradas en sus experiencias dentro de FIRST y en las exposiciones del museo.
Una de las dinámicas es de limpieza del océano: una actividad donde el robot debe recolectar piezas que simulan basura marina sin pasar por ciertas zonas restringidas. Próximamente, el equipo presentará una nueva actividad sobre prótesis, en la que mostrarán una prótesis de mano impresa en 3D como ejemplo de innovación útil y para complementar la exposición sobre el cuerpo humano que está actualmente en el museo.
Las actividades son bien recibidas por parte del público. “Hemos visto a niñas y niños acercarse emocionados. Preguntan cómo funciona el robot, por qué se mueve así. Quieren seguir jugando y aprendiendo”, comparte José. Una de las anécdotas que más recuerda involucra a dos niños de entre siete y ocho años: “Salieron de la actividad queriendo más. Les contamos de nuestro campamento de verano y se emocionaron. Querían seguir aprendiendo”.
Adaptar sus conocimientos para que niñas y niños pudieran entenderlos fue otro de los grandes aprendizajes del equipo. La experiencia en el museo les mostró que compartir lo que saben implica mucho más que saber hacerlo bien: significa saber explicarlo de forma clara, cercana y con entusiasmo.
“Al principio nos costaba mucho explicar las cosas. Usábamos palabras muy técnicas y era difícil darnos a entender. Poco a poco aprendimos a hacerlo mejor, a usar ejemplos y despertar la emoción en los niños. Estos talleres también nos han hecho crecer: desarrollamos más la paciencia, mejoramos nuestra forma de explicar y entendemos mejor cómo compartir lo que sabemos”, cuenta José Roberto.
El equipo también busca transmitir los valores que promueve FIRST: trabajo en equipo, respeto, inclusión e innovación. Aunque la actividad en el museo es individual, siempre hay alguien del equipo acompañando, explicando o motivando. A través de cada robot, logran conectar con las personas asistentes y cada sesión permite despertar el interés por la ciencia y acercar la robótica a nuevas generaciones.
Además de su colaboración con el museo, Pyrox abre una nueva etapa para Tecmilenio al convertirse en el primer equipo de la institución en integrarse al programa de Community Partners de ASTRO CAMP de la NASA. Esta iniciativa capacita a organizaciones educativas para implementar actividades STEAM con recursos oficiales de la agencia espacial.
Gracias a esta alianza, el equipo ofrecerá Astro Camps en su comunidad. Niñas, niños y jóvenes participarán en actividades científicas de alto nivel, diseñadas para desarrollar habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas desde etapas tempranas.
Este tipo de actividades, además de acercar la robótica a las infancias, tienen un impacto en quienes las imparten. Para José Roberto, la experiencia en Pyrox marcó un antes y un después en su camino vocacional. “Yo antes veía todo lo relacionado con robótica como algo tedioso. Pero al entrar al equipo descubrí que también puede ser divertido, que te atrapa y puedes crear grandes cosas. Me di cuenta de que quiero dedicarme a esto”, cuenta.
Hoy se visualiza estudiando una ingeniería enfocada en mecatrónica. Lo que comenzó como un reto de competencia terminó como una oportunidad para descubrir su propósito de vida. “Me inspira mucho dar los talleres. Aprendo cosas nuevas cada vez y compartir lo que sé me motiva a seguir aprendiendo más”, asegura.
Estas experiencias demuestran cómo una actividad desarrollada desde la preparatoria puede influir en la elección de carrera, impulsar habilidades humanas y despertar una vocación científica.
Para Pyrox, llevar la robótica fuera de la competencia es una forma de inspirar a otras personas. A través de estas actividades, el equipo busca despertar vocaciones, conectar con la comunidad y mostrar que la ciencia también puede explorarse con creatividad y curiosidad.
Esta experiencia dejó huella en cada integrante del equipo. A través de sus palabras, comparten lo que aprendieron, lo que les hizo crecer y lo que les gustaría decir a quienes tienen curiosidad por entrar al mundo de la robótica.
“En estos talleres he aprendido muchas cosas, como trabajar en equipo, entender y escuchar a las personas, y fortalecer mis habilidades de comunicación. Me gusta compartir con niñas y niños lo que he aprendido e inspirar a las mentes jóvenes”, Víctor Guzmán, 3º semestre.
“Con el tiempo, el taller me ha enseñado a convivir con diferentes personas y a conocer un nuevo mundo: la robótica. En secundaria tomé un mini taller de Lego y robótica, pero fue hasta prepa, en tercer semestre, que entré al equipo. Me gustó mucho. Me impresionó todo lo que se puede lograr en las competencias, incluso viajar. Se me hizo muy interesante”, Diego Blanco Salazar, 5º semestre.
“En el momento en que te rindes es cuando puedes perder el interés. Mientras tengas curiosidad, enfócate, porque eso puede convertirse en tu camino. Aunque sea un interés mínimo, date la oportunidad por completo”, Ricardo Rodríguez, 5º semestre.
“Lo que he aprendido en el taller de robótica es que este mundo es para todas las personas. Ser mujer no impide formar parte de él. Puedes aprender sobre tecnología, ciencia y trabajo en equipo. Al principio puede ser difícil al integrarte en un grupo con mayoría de hombres, pero con el tiempo aprendes a hacerte escuchar, a tomar en cuenta otras opiniones y a confiar en ti. La robótica es para todos. No le tengan miedo”, Paloma Menchaca, 5º semestre.
“Te vas a equivocar, no todo saldrá a la primera. Pero si te esfuerzas, lo vas a lograr”, Emanuel Sánchez, 3º semestre.
“Si la robótica te gusta o te llama la atención, inténtalo. Puede ser complicado al principio, pero si te apasiona, tarde o temprano te va a salir”, Jair Alejandro Niño Dávila, 3º semestre.
“Activa los circuitos de tu mente y siente la electricidad”, Antonio Zuani Ramírez, 3º tetramestre.