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Una Organización de la Sociedad Civil, acción colectiva con un propósito

Escrito por Universidad Tecmilenio | 6/06/2022 10:09:17 PM

¿Tienes el propósito de trabajar o contribuir a la solución de un problema social? Si es así, es posible que estés pensando en crear o integrarte a una organización de la sociedad civil, una organización no lucrativa o filantrópica.

El nombre puede variar, pero en realidad son diferentes formas de cómo se conoce a una organización privada constituida para atender o apoyar desde la sociedad civil la problemática de un sector de la población vulnerable, atender una causa social, cultural o ambiental.

 

Una característica fundamental de una organización no lucrativa radica en ser una entidad legalmente constituida que, basándose en sus reglas constitutivas, aunque tengan rendimientos, producto de su actividad (lo que, para una institución lucrativa, vendrían siendo las ganancias), no puede distribuirlos a las personas que controlan la organización, y, por tanto, han de destinarse a la realización de sus objetivos sociales.

Esto es importante porque existe el mito de que una organización social no debe o no puede tener rendimientos, dicho de otra manera, no tiene un fin de lucro, pero tampoco debe tener un afán de pérdida.

Lo que motiva la creación de una organización de este tipo es que un grupo de personas compartan un llamado que los motiva a la acción en relación con una problemática o necesidad de un tercero. Esto lo llamaremos su propósito, ese por qué se crea.

 

¿Qué tipos de organizaciones sociales hay y cómo se rigen?

Existen diferentes modelos o tipos de organizaciones sociales, algunas definidas por la forma en que son constituidas, su función o la legislación que opera en el lugar en que se crea y dónde se estará estableciendo para trabajar. Así podemos encontrar:

  • Asociaciones Civiles
  • Fundaciones
  • Instituciones de Asistencia Privada
  • Instituciones de Beneficencia Pública

Es recomendable que si estás pensando en constituir una, consultes los requisitos y las diferencias legales y fiscales que implica cada una de ellas y selecciones la figura legal que mejor convenga al proyecto.

 

Generalmente, las Instituciones de Asistencia Privada (IAP) o de Beneficencia Privada (IBP) son regidas, además de sus propios estatutos, por juntas locales de asistencia; organismos descentralizados del estado conformados para controlar, apoyar y asegurar el cumplimiento de los objetos sociales de sus miembros y su gobernanza. Estas por lo general cuentan y son regidas por un patronato que es el máximo órgano de decisión y garante del objeto social.

Por otro lado, las Asociaciones Civiles (A.C.) son entidades que actúan de forma autónoma, pero que deben observar y respetar los ordenamientos y reglamentos que cada entidad establezca en la materia. En este caso se rigen por una asamblea que nombra un consejo directivo, o por este último en caso de no contar con una asamblea de socios.

Ambas figuras pueden aspirar a contar con la autorización de las autoridades para poder recibir donativos y hacerlos deducibles para aquellos que los aportan. 

 

La forma en la que obtienen recursos para financiar su labor es variada, como recaudar fondos por donativos, así como puede existir un fondo patrimonial, fondos privados o gubernamentales a los que apliquen, además de la autogeneración de recursos generados por la venta de productos, servicios o eventos.

Las organizaciones reciben algunos beneficios o apoyos legales que sirven de estímulo y fomento a su labor, como puede ser estar exentos de impuestos, acceso a algunos fondos y subvenciones.

Además, son una excelente alternativa para convocar y canalizar la acción individual a partir del voluntariado. Brindando a las personas experiencias de gran valor y sentido de aporte y realización humana y social como producto de su actuar en favor de una causa que les es sensible.

 

Existen diferentes instancias a las que puedes recurrir para recibir información y apoyo para integrar una organización social, como la Junta de Asistencia Privada o la Junta de Beneficencia Privada del Estado de Nuevo León. Además, hay algunos notarios que cuentan con programas de orientación y apoyos para organizaciones de este tipo, como el Colegio de Notarios.

Antes de acudir a la creación de una organización social es muy recomendable tener muy claro a qué se va a dedicar, cómo pretende organizarse, el alcance que se quiere tener, cómo o de dónde se obtendrán los recursos y qué perfiles técnicos o profesionales se requerirán, así como conocer toda la regulación y reglamentación que se derive de su actividad.

 

Por un impacto positivo y sustentable en la sociedad

Cuando las personas se unen y se organizan, pueden tener un gran impacto. El poder de la comunidad demuestra que cuando las personas se preocupan y se unen, el cambio es más que posible. Esto inspira a otros en todo el mundo y fomenta una mayor participación organizada de la sociedad en favor de muchas causas.

Las grandes obras y transformaciones en la sociedad se construyen a partir de pequeñas acciones y aportaciones, que al ser orientadas a un mismo fin, se tornan muy poderosas.

 

Hoy cada vez más organizaciones se centran en la sostenibilidad y en un enfoque no tan asistencial, orientado a ayudar a las comunidades a ser más autosuficientes. Cuando la sostenibilidad es una prioridad, los individuos y las comunidades pueden mantenerse a sí mismos y ya no depender de las donaciones. 


En Universidad Tecmilenio contamos con programas de acción social que contribuyen al desarrollo social y humano, no solo de la comunidad estudiantil, sino de todo el entorno que rodea cada uno de nuestros campus.