El lado oscuro de la felicidad ‘extrema’

A diario escuchas que la felicidad se aprende y eres bombardeado con indicaciones para lograr la misión titánica de ser feliz. Tienes que sonreír, ver las cosas desde otra perspectiva, aprender la lección y en pocas palabras, tener una gran actitud siempre para enfrentar la vida. Sin embargo, todo tiene un límite. La pregunta es: ¿Mucha actitud positiva puede causar daño?

Efectivamente, tener una actitud positiva es importante, pero caer en el exceso de sonreír ante ‘cualquier’ situación podría evitar que experimentes emociones negativas, las cuales son igual de importantes que las positivas. ¿Qué sucede cuando mantienes un exceso de actitud positiva? Las emociones negativas las superas, pero no las procesas y cada vez se acumulan y se volverán más grandes.

Imagínate que conoces a una persona que piensa que todo es felicidad. Si le cuentas un episodio triste pasado, esta persona no podrá empatizar contigo y te dirá que le veas el lado positivo, pues no pasa nada. Pero en realidad, las emociones son una guía que nos ayudan a darle sentido y magnitud de importancia a las cosas.

Por ejemplo, si estás triste porque te despidieron de un trabajo o si estás ansioso porque vas a tener una presentación son emociones muy válidas que debes experimentar tranquilamente. Y si necesitas un abrazo o llorar, tienes que darte el permiso de vivir tu emoción.

El lado oscuro de la felicidad ‘extrema’

Algunos especialistas dicen que tener mucha actitud positiva puede llevar a la infelicidad. La nueva y creciente presión para ser felices, sonreír y tener siempre actitud positiva tiende a causar daño si lo practicas en exceso. En todo debe existir un equilibrio. Por ello es importante valorar cuáles son los hábitos que pueden mejorar tu vida diaria para mantener en balance tus emociones.

Según los psicólogos Marino Pérez Álvarez y Fernández Ríos los efectos negativos de tener mucha actitud positiva y perseguir indiscriminadamente la felicidad se producen cuando:

La búsqueda de la felicidad es desmesurada y quizá rosa en lo obsesivo.
Ese exceso de positivismo está fuera de contexto y se tiende a buscar la felicidad en el momento equivocado.
La persigues como una meta vital que te distrae de tus actividades cotidianas, incluso las laborales.
Rebosas autoestima, orgullo y no tienes modestia. Es entonces cuando sueles carecer de amigos y provocar rechazo.

Asimismo, si te empeñas a vivir en un mundo feliz, esto puede representar un riesgo para tu desarrollo personal y profesional al evitar enfrentarte con la adversidad de la vida. Dentro de esa magia de ‘felicidad tóxica’ puedes llegar a afirmar que es suficiente con desear algo con mucha fuerza, pero no te darás cuenta de que tienes que pasar a la acción y trabajar duro, estudiar o tomar sacrificios y tener disciplina.

Si quieres saber cuáles son los síntomas de una actitud positiva extrema, aquí te dejo los siguientes puntos proporcionados por algunos especialistas en el tema:

Ocultas o enmascaras tus verdaderos sentimientos
Tratas de ‘seguir adelante’, ignorando o descartando lo que sientes.
Te sientes culpable por tus emociones negativas
Minimizas las experiencias de otras personas con citas o declaraciones de autoayuda
Avergüenzas o castigas a otros por expresar frustración o cualquier otro sentimiento que no sea positivo
Ignoras cosas que te molestan con un: “pues, así es”

Si bien puede ser benéfico obtener un aprendizaje de todas las experiencias de la vida ––buenas y malas––, también es importante reconocer y escuchar nuestras emociones cuando no son tan agradables. Nadie puede ser un rayo de sol 24 horas al día, 7 días a la semana. Y, para aprender a manejar las emociones, siempre es benéfico tener un apoyo.

Por ello, hoy se desarrollan formas innovadoras para estudiar a detalle sobre estas actitudes, así como la psicología positiva y otras habilidades necesarias para continuar con el crecimiento de tu carrera profesional.

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