A veces, un solo instante redefine todo. Cuando Kamila Ortega Sandoval escuchó su nombre en el escenario del mundial de FIRST Robotics Competition 2024, no solo ganó un premio por su liderazgo: se convirtió en la primera mujer mexicana en recibir el Dean’s List Award, uno de los más importantes en la robótica estudiantil a nivel mundial. Ese momento marcó el inicio de una nueva etapa para ellas.
Un año después, su historia inspira a nuevas generaciones de mujeres y demuestra cómo el propósito, la comunidad y la pasión pueden abrir caminos extraordinarios.
Aprovechamos la visita de Kamila al FIRST Tech Challenge México Premier Event, que se realizó del 22 al 24 de mayo en Tecmilenio Las Torres, para platicar con ella sobre su experiencia a un año de obtener este reconocimiento. Durante la entrevista, destacó la claridad con la que reflexiona sobre su camino, su madurez, humildad y la emoción con la que contó sus nuevos proyectos. Te compartimos lo más destacado de esa conversación inspiradora.
El Dean’s List Award es uno de los máximos reconocimientos que otorga la competencia de robótica FIRST a estudiantes de preparatoria de todo el mundo. Se entrega a quienes destacan por su liderazgo, compromiso con la comunidad, logros personales y contribución al equipo de robótica. Kamila fue elegida entre miles de jóvenes por su impacto dentro y fuera de la competencia.
“Nadie lo esperaba. Cuando recibí el premio, entendí que venía una nueva etapa para mí”, recuerda la estudiante de Prepa Tecmilenio Chihuahua. En ese instante, supo que su vida cambiaría. Lo que vino después no fue solo una celebración, sino un despertar de conciencia. Comenzaron a reconocerla en competencias, a buscarla por su historia. Personas que nunca había conocido sabían quién era y hablaban de ella. Esa visibilidad le dio una nueva responsabilidad y la llevó a reflexionar sobre el impacto de sus acciones, dentro y fuera de la competencia.
"Este cambio en mi vida me ayudó mucho a ser quien soy ahora, a cuidar lo que digo, lo que hago y a hacer todo desde el propósito. Saber que mi historia puede influir en otras personas, me impulsa a ser cada día mejor", afirma.
Desde entonces, Kamila construyó un propósito claro: difundir la ciencia y tecnología con enfoque de género. Su meta es que más niñas y adolescentes encuentren en la ciencia un espacio donde puedan crecer, crear e imaginar futuros posibles. “Todo lo que hago se basa en ayudar a quienes, como yo antes del premio, no tenían un sentido de propósito. Me gusta pensar que puedo aligerar esa carga, especialmente para otras mujeres que buscan su lugar en este camino”.
El camino de Kamila no ha sido lineal. Desde sus primeros pasos en Prepa Tecmilenio hasta recibir uno de los premios más prestigiosos de FIRST, transformó cada experiencia en una lección con sentido. “Soy una persona espiritual. Todo lo que hago tiene que tener sentido”, afirma. Esa búsqueda personal se alineó con la filosofía de Tecmilenio: “Me volvió muy creyente de su propuesta y confirmo que para tener un futuro feliz, necesitas un propósito de vida”.
La competencia también la formó en lo emocional. En FIRST se enfrentó a escenarios diversos y exigentes, al convivir con personas de diferentes culturas, estilos de pensamiento y personalidades. Ese entorno le enseñó a conocerse desde otra perspectiva. "FIRST me enseñó a socializar, a tratar con jueces en situaciones de tensión, a entenderme en escenarios donde nunca imaginé estar. Me enseñó a quererme cuando gano, pero también cuando pierdo, porque es muy fácil acompañarte en el triunfo, pero es muy difícil, a veces, estar para uno cuando no se siente tan bonito", reflexiona.
En ese proceso, el acompañamiento fue clave. Kamila recuerda con gratitud a quien la guio desde el inicio: “Mi director de campus confió en mí incluso cuando yo no lo hacía. Me dio nuevas oportunidades, gracias a eso pude trabajar en mí y ser nominada al premio”.
Durante el FIRST Tech Challenge México Premier Event, Kamila destacó la importancia de los eventos presenciales como un contrapeso a la inmediatez de la vida digital. "He pasado más de la mitad de mi vida con un celular en la mano. Ahí tengo todo: a mis amigos, a mi familia, mis juegos, mi diversión, mis estudios... todo en una sola pantalla", reflexiona.
Esa facilidad para tenerlo todo en un dispositivo puede hacernos olvidar el valor de los encuentros presenciales. "Estos eventos me obligan a darme cuenta de que hay algo más fuera de la pantalla. Es fácil esconderse, pero convivir con personas es muy diferente. Te conoces en otros contextos".
Kamila subraya que la robótica también implica mucho más que ciencia y tecnología: se trata de aprender a vincularse con otras personas y con uno mismo. "Estar aquí me ayuda a vivir escenarios reales. A convivir con diferentes tipos de personas, con formas de pensar, sentir y actuar diversas. Todo eso me ha enseñado a quererme en cualquier circunstancia".
¿Qué sigue después de hacer historia? Para Kamila Ortega, el Dean’s List Award es escalón más en su camino que construye paso a paso.
Kamila visualiza su vida como bloques de colores o peldaños que descubre uno a uno. “Mi propósito antes de entrar a Tecmilenio era estudiar en una prepa que no afectara económicamente a mi familia. Luego encontré la robótica, y todo cambió”. Fue gracias a un curso de verano que se integró al equipo DEVOLT, y desde ahí nació un nuevo propósito: entrar a Tecmilenio Chihuahua para seguir en FIRST. “Vi que podía alcanzar más. Me propuse ganar el premio nacional, luego el mundial. Cada meta cumplida me lleva a una nueva”.
Hoy, su siguiente paso es iniciar sus estudios universitarios en Chihuahua. Aunque en un inicio pensaba estudiar directamente en el extranjero, este año reflexionó profundamente sobre las oportunidades que ofrece su entorno más cercano. "Antes pensaba que solo en el extranjero podría crecer profesionalmente. Pero este año descubrí que en México también hay muchas oportunidades para mí, especialmente en Chihuahua, donde aún puedo impulsar proyectos y acompañar a personas que me han inspirado". Después buscará estudiar en otro estado y eventualmente cursar una maestría en el extranjero.
Aunque decidió comenzar su carrera universitaria en México, Kamila no dejó de pensar en grande ni de trabajar por un impacto global. En 2023, fue seleccionada como embajadora del programa MIT Innovation and Leadership Bootcamp, una experiencia que la llevó a Boston para aprender herramientas de ingeniería y liderazgo que luego implementó en su comunidad. Ahora, en 2025, regresará como mentora del mismo programa. Este nuevo rol le permite combinar sus estudios en México con actividades internacionales de alto impacto, a la vez que fortalece su compromiso con el impulso de vocaciones STEM.
“Aunque me quede en México, seguiré trabajando en mi proyecto global”, afirma. Para Kamila, crecer profesionalmente no significa elegir entre lo local o lo internacional, sino conectar ambos mundos. "Este año voy al mismo curso, pero ahora voy como maestra. Me van a estar viendo como maestra en el MIT en un curso de ingeniería", cuenta con entusiasmo.
El MIT Innovation and Leadership Bootcamp busca impulsar vocaciones STEM desde edades tempranas, y Kamila lo trajo a Chihuahua con el objetivo de replicarlo: "Es una forma de normalizar que los jóvenes puedan interesarse sin problema o pena alguna en el mundo de la robótica, sobre todo las mujeres". Cree en metas ambiciosas, pero alcanzables. Por eso combina sus estudios en México con proyectos globales que amplían su impacto en otras regiones.
Kamila sabe que involucrarse en robótica exige esfuerzo. Hay tardes largas, proyectos complejos y momentos en los que la motivación flaquea. Por eso, les habla directamente a quienes hoy inician ese camino:
“Está bien descansar. Si un día no quieres quedarte en el taller, no pasa nada. Pero si haces de la ciencia y la tecnología un lugar seguro, jamás te vas a arrepentir”.
Su mensaje es claro: no se trata de exigirse todo el tiempo, sino de encontrar en la robótica un espacio donde aprender, conectar y crecer a su propio ritmo.
La historia de Kamila representa un logro individual y una invitación colectiva. A quienes hoy forman parte de un equipo, quienes están por comenzar su primer torneo o quienes sueñan con transformar el mundo desde la ciencia: que su ejemplo los inspire a crear, cuestionar y creer.
Kamila abrió una puerta, pero no es la única que puede cruzarla. Inspírate en su historia, descubre tu propósito y haz que tu pasión transforme también el mundo.