Parte de ser humano es evolucionar, crecer y cambiar, y fijarnos metas forma parte de este proceso. Conforme vamos moldeando nuestra personalidad, vamos definiendo también nuestros gustos y preferencias, pero, ¿qué nos mantiene motivados y cómo conservamos el bienestar integral una vez que alcanzamos nuestros objetivos?
La motivación puede perderse por algunos factores. Por ejemplo: hay algunas cosas de nuestra vida que podemos llegar a dar por sentado, como estudiar y trabajar; lo convertimos en parte de nuestra rutina y actuamos por instinto o de manera casi automatizada, hasta que nos damos cuenta de que no lo estamos disfrutando y es posible que para ese momento nuestra salud mental y emocional ya se encuentren comprometidas. Según datos del Foro Consultivo y Tecnológico, aproximadamente el 17% de los mexicanos padece o ha padecido algún trastorno mental a lo largo de su vida y 1 de 4 lo padecerá como mínimo.
Primero que todo, ¿qué es la salud mental?
De acuerdo con la OMS, la salud mental es un estado de bienestar que le permite a las personas enfrentar las dificultades de la vida, desarrollar sus habilidades para aprender y trabajar y hacer cosas buenas por su comunidad. Dicho de otro modo, es el equilibrio o estabilidad que siente una persona con su entorno sociocultural y que promueve una buena calidad de vida, lo que le permite alcanzar sus objetivos.
Sin embargo, hay circunstancias de la vida que pueden llegar a comprometer esta salud mental si quien atraviesa por ellas no cuenta con las herramientas necesarias para hacerles frente. Es decir, que factores como el ambiente en el que nace y se desarrolla un niño son determinantes y esto afecta directamente a su capacidad para lograr sus objetivos.
La protagonista del éxito es una red de apoyo sólida, así como una crianza respetuosa y positiva
Cuando nos enfrentamos solos al mundo, sin nuestros padres, es cuando ponemos en práctica todo lo que hasta ese momento hemos aprendido de ellos y su entorno, y esto determinará si nuestra capacidad de aprender y relacionarnos más adelante será saludable o no.
De acuerdo con la investigación de la Dra. Mirta Susana Ison, publicada en la Revista Latinoamericana de Psicología en el año 2004, donde se estudiaron las capacidades cognitivas para resolver problemas interpersonales de 60 niños entre 8 y 10 años: “El desarrollo de las habilidades socio-cognitivas en los niños tiene su base en las prácticas de crianza familiar, en los estilos de resolución de problemas entre sus miembros y en las estrategias autorregulatorias de la dinámica familiar”. Se observó que aquellos niños criados con respeto y amor, que son escuchados y tienen una dinámica familiar positiva, no rígida, fueron más capaces de identificar una situación problema, elegir alternativas adecuadas y tomar las decisiones correctas.
La fortaleza que da a una persona una crianza positiva, donde los padres están presentes y promueven una buena salud mental, podemos observarla en la historia de Alan Alexander Martínez Cázares, estudiante de Prepa Tecmilenio Ferrería, quien compartió con nosotros su experiencia de vida.
Fue nadador de alto rendimiento en su niñez y actualmente enfoca sus esfuerzos deportivos al equipo de robótica de su escuela. Sin embargo, una noche a la edad de 14 años, mientras preparaba sus cosas para la escuela, cayó de un cuarto piso quedando inconsciente. Derivado de esto, tuvieron que amputarle ambas piernas, lo cual supuso un reto para su salud emocional y mental.
Ante una experiencia tan transformadora, donde Alexander cambió su vida de la noche a la mañana, él da el crédito de su recuperación emocional a su red de apoyo, reforzando así el hecho de que, sin importar la magnitud de las adversidades, es el amor y el acompañamiento lo que construye personas felices, estables y mentalmente sanas.
“Mi hermana fue la que estuvo ahí. Fue la razón por la que pude salir, por la que en ningún momento me deprimí. Porque siempre estuvo para todo lo que necesitara. Además de ella, mi red de apoyo fueron mi mamá, mi papá, mis abuelos y mis amigos; fue en ellos en quienes me apoyé en todo momento”.
Los seres humanos somos seres sociales y aprender a construir relaciones saludables desde la infancia nos ayudará a no sentirnos solos, así como a tener en quién apoyarnos en momentos complicados, lo cual promoverá una salud mental positiva. De acuerdo con expertos en psicología, este estado de salud mental potencia la resiliencia en las personas y al mismo tiempo se ven beneficiados algunos procesos cognitivos como el razonamiento, la resolución de problemas, la atención, el procesamiento de información y la memoria. De esta manera, es más fácil ir logrando los objetivos que la persona se proponga.
De acuerdo con la Dra. Gabriela Ortiz, Directora de Salud y Bienestar estudiantil en Tecmilenio, para que una persona se mantenga motivada y alcance todas sus metas influyen varios factores:
La salud física
Las habilidades del estudiante deben expresarse de manera correcta, sin abusar de las limitaciones de su cuerpo y atendiendo a sus necesidades básicas como la alimentación y el descanso.
El bienestar social
El sistema de soporte que hay alrededor del estudiante. Su familia y amigos.
Pero también influye lo claras que tenga la persona, esas metas y objetivos que quiere alcanzar. Al poner en una balanza aquellas cosas que son importantes, es mucho más fácil no perder el camino o darse por vencido.
Y ya que no todos los niños crecen en igualdad de condiciones, tanto económicas, como sociales, una parte fundamental para un desarrollo mental saludable es la escuela, pues, de acuerdo con estudios, es ahí donde la brecha de estas diferencias puede acortarse. En la niñez y adolescencia, las maestras y maestros son parte también de la red de apoyo de los niños y adolescentes, e incluso en ocasiones son su único apoyo.
En el caso de Alan Alexander, ha recibido el apoyo incondicional de sus docentes y lo han impulsado a romper sus propios límites y paradigmas. Hoy en día es driver del equipo Iron Hawks de su campus y recientemente participó en el torneo regional FIRST Robotics Competiton 2023, realizado en Puebla.
“Dejar la natación para mí fue impactante después de mi accidente, pero participar en FIRST me dejó tener respeto a la ingeniería y el trabajo en equipo. Ser más humanitario y que no todos somos perfectos, pues el robot puede tener fallas”, Alan Alexander Martínez Cázarez, Iron Hawks, Tecmilenio Ferrería.
En los casos en los que existe una desmotivación sin causa aparente, es importante que la persona se atienda debidamente con un profesional de la salud mental, puesto que este también hará parte de su red de apoyo, ya que la falta de salud mental puede impactar en el desempeño de las funciones diarias de las personas.
Siempre se puede reconsiderar el camino y cambiar los objetivos, como señaló Gabriela Ortiz: “Los seres humanos estamos evolucionando constantemente, no somos estáticos y también es normal que nuestras metas cambien”.
En Tecmilenio nos preocupamos por darle a nuestros estudiantes herramientas para que descubran y vivan su Propósito de Vida. No solo formamos personas altamente capacitadas profesionalmente, sobre todo también formamos personas felices, que logren relaciones personales positivas y experimenten un bienestar integral.