La educación en México abarca una gran variedad de temas. Sin embargo, hay uno esencial que suele quedarse fuera: la educación financiera para jóvenes. Tomar decisiones económicas bien fundamentadas es clave para lograr una buena calidad de vida, pero las instituciones educativas rara vez preparan a las personas para usar de forma efectiva sus recursos.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), realizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el 21.5 % de la población en México nunca ahorra, mientras que el 47.5 % solo dispone de ahorros informales. Además, el 52.9 % no tiene ninguna relación con instituciones financieras. Estas cifras reflejan una baja inclusión financiera y una necesidad urgente de educación en este ámbito.
La alfabetización financiera cobra cada vez más relevancia. Las nuevas generaciones obtienen conocimientos que fortalecen su bienestar personal, familiar y comunitario.
Frente a esta realidad, Prepa Tecmilenio, en colaboración con BBVA, impulsa la Certificación en Inversión y Finanzas Personales, que forma parte del programa académico de educación media superior. Esta iniciativa busca potenciar las habilidades del estudiantado desde temprana edad y brindarles herramientas para tomar decisiones informadas sobre su economía.
La iniciativa ya comenzó a dar frutos. Con la primera generación de estudiantes certificada, el 96% del alumnado participante en este ejercicio semestral, obtuvo la acreditación. Esto representa a 5,579 de 5,810 estudiantes, una cifra que valida la efectividad del programa y reafirma el compromiso de Tecmilenio con la movilidad social.
Esta certificación integra competencias prácticas alineadas con las necesidades del mundo actual, lo que se traduce en una mejora directa en la calidad de vida de las y los estudiantes. La educación financiera para jóvenes va más allá de las matemáticas: involucra habilidades esenciales para la vida.
Más que una disciplina numérica, la educación financiera desarrolla habilidades que permiten evaluar riesgos, distinguir entre deseos y necesidades, valorar el ahorro y tomar decisiones más conscientes. Su impacto se refleja en la vida familiar, comunitaria y en la capacidad de planear un futuro con mayor claridad.
“El alto porcentaje de certificación alcanzado demuestra que los jóvenes están interesados en aprender sobre finanzas y que, con el enfoque adecuado, pueden desarrollar competencias clave para su futuro”, señala Abismael Resendiz, director nacional de preparatoria Tecmilenio, y añade que “la metodología empleada promueve la aplicación de conocimientos en contextos reales, lo cual fortalece la confianza y la autonomía del estudiantado”.
El esfuerzo conjunto entre Tecmilenio y BBVA responde a un objetivo más profundo: fortalecer la alfabetización financiera en las comunidades, una necesidad que ha persistido por generaciones y afecta a diversos entornos. La falta de conocimientos básicos en este tema es una de las principales causas de endeudamiento y precariedad económica.
Esta alianza impulsa una transformación cultural al trabajar con personas jóvenes y brindarles una visión clara para trabajar en su estabilidad desde temprano, con miras a volverlas conscientes, autocríticas, residentes y capaces de planificar sobre su economía. “La educación financiera no es un tema exclusivo del mundo empresarial: es una necesidad que debe formar parte de la educación básica de cualquier persona”, puntualizó Reséndiz.
Esta colaboración representa un paso firme hacia un modelo educativo integral, capaz de enfrentar los retos contemporáneos. La alianza entre Tecmilenio y BBVA seguirá creciendo con una visión clara: contribuir a un presente y un futuro más sostenibles a través de la educación financiera para jóvenes.