Los altos niveles de competitividad bajo los que se rige la lógica comercial del mundo empresarial a nivel global, han propiciado que cada día se diversifiquen más los perfiles de liderazgo de los colaboradores, quienes se encargan de generar una adecuada estrategia para lograr metas y objetivos que persigan el core business de la organización.
Ante este panorama es necesario que tanto directivos como los mandos medios de una empresa tengan un acercamiento con temas sobre liderazgo positivo, pues ninguna compañía ha llegado lejos sin el trabajo en conjunto.
Para Oliver Sahlmann, director en Volkswagen Group Academy México y egresado de la primera generación de la Maestría en Liderazgo Positivo del Instituto de Ciencias del Bienestar Integral (ICBI) de Tecmilenio, la visión del liderazgo corporativo tradicional es una mirada que rompe con la perspectiva del pensamiento que se centra todo el tiempo en la atención hacia los logros de la compañía.
“Claro que los resultados son importantes, sin embargo, considero que se debe preponderar la atención hacia los colaboradores y de manera paralela los éxitos comerciales, porque las personas son los recursos más valiosos de una empresa y proveerlos de un buen trato, bienestar y felicidad hará que por sí solos se enfoquen en ayudar a crecer a la compañía y se genere una relación de ganar, ganar”.
Por ello, menciona que al aplicar la psicología positiva dentro del liderazgo de una marca o institución se genera el fortalecimiento de su cultura organizacional, mejoramiento de los procesos de selección y servicio al cliente. Lo que genera una cadena de valor en cuanto a prestigio y calidad.
Para comprender más sobre este enfoque positivo, Oliver hace referencia a Tony Hsieh, fundador de Zappos, que describe las fases por las que debe transitar todo líder para consolidar el bienestar integral, tanto de su empresa como del personal a su cargo.
Un buen líder es responsable de generar relaciones positivas entre él y sus colaboradores, porque también repercute hacia el exterior, como con proveedores y clientes.
Esto permite que se creen conexiones profundas entre colaboradores de todos las áreas dentro de la organización.
Un líder positivo muestra de manera clara el propósito para el que fue creada la empresa y la importancia que tiene cada elemento del equipo para vivirlo. Es ser parte de algo más grande que uno mismo.
Aprende a delegar y brindarle autonomía al personal que está bajo su cargo. El líder debe asegurarse que ellos tengan el control de su vida dentro de la empresa, pues nadie tiene la verdad absoluta, ni una metodología única para hacer las cosas.
Actualmente, los colaboradores buscan tener más autonomía en sus labores y tiempo, persiguen ecosistemas de bienestar que les permitan tener más tiempo de calidad y no vivir para trabajar.
Romper con los esquemas poco flexibles también es liderazgo y hoy más que nunca, los empleados están en la búsqueda constante de trabajos que los hagan felices.
El líder positivo genera la percepción del desarrollo profesional. Es decir, darle una nueva responsabilidad al colaborador que le permita desempeñarse mejor y tener esa sensación de que está avanzando y no compitiendo con alguien más.
A través de esa visión, todos los días los colaboradores notarán que se están convirtiendo en mejores profesionales.
Oliver considera que para llegar a ser un líder positivo integral es necesario agregar un pilar adicional.
“El único componente que me faltaría, que me parece importante, es generar un lugar psicológicamente positivo, donde pueda desempeñarme como colaborador, un espacio creado por mi jefe donde no tengo peligro”.
Se busca generar ambientes libres de toxicidad laboral, donde los colaboradores crezcan y no teman a equivocarse.
Afín a las teorías del fundador de Zappos, Sahlmann considera que no hay nada más inspirador que un colaborador se levante feliz por la mañana y con ganas de llegar a la empresa donde labora, porque ahí cuenta con un círculo social agradable y que cada una de sus acciones generarán un crecimiento económico, laboral y social para todos.
“Mi función en Volkswagen Group Academy México ha sido la de un multiplicador, pues he buscado inculcar hábitos de bienestar entre colaboradores y líderes a través de una relación cercana.
Así como la implementación de algo que hemos llamado ‘Academia de la familia’ que es como una mini Maestría en Psicología Positiva para los núcleos familiares de los colaboradores, en donde se abordan aspectos cotidianos; cómo educar un hijo adolescente, cómo mejorar una relación de pareja o cómo tratar adicciones”.
Además de este programa, que se realiza en México, Oliver implementó otro denominado “Toolbox de bienestar”, que ahora la empresa ha retomado en todas sus sedes a nivel mundial como “Role Model Programme”.
Historias de éxito como la de Oliver, dejan en claro el potencial que puede adquirir un estudiante de la Maestría en Liderazgo Positivo del ICBI en Tecmilenio, quienes, a través del plan de estudio, el cuerpo docente y las redes de Networking profesional consolidan a generar líderes positivos de talla internacional.
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