Alrededor del mundo, las instituciones educativas están redimensionando el concepto de vocación. Poco a poco, se ha dejado atrás la idea de que se trata solo de elegir una carrera, y se entiende ahora como un proceso personal de descubrimiento, donde las y los jóvenes conectan sus intereses, talentos y valores con su propósito de vida. Este enfoque transforma la forma en que se toman decisiones académicas, profesionales y personales.
En Tecmilenio, este proceso comienza en preparatoria con el Plan Vocacional, una propuesta educativa diseñada para acompañar a los estudiantes en la búsqueda de su propósito y ayudarlos a tomar decisiones con claridad, desde la confianza y no desde la incertidumbre. Esta metodología permite identificar fortalezas, intereses y valores, y alinearlos con metas significativas para la vida.
El Plan Vocacional de Prepa Tecmilenio se implementa a partir del cuarto semestre y tiene una duración de seis meses. Durante este tiempo, las y los estudiantes participan en talleres, laboratorios vocacionales y sesiones de acompañamiento que los invitan a explorar sus talentos, valores y emociones, así como a visualizar el tipo de vida que desean construir.
“La vocación ya no puede definirse sólo como una profesión, sino como el reflejo de cómo el estudiante quiere vivir su vida con base en su propósito”, afirma Abismael Reséndiz, director nacional de Preparatoria Tecmilenio.
Esta metodología permite a las juventudes identificar sus fortalezas y alinear sus decisiones con metas que les den sentido. No se trata de elegir una profesión de forma apresurada, sino de hacerse las preguntas adecuadas para comenzar a construir una vida con sentido desde la adolescencia.
En línea con esta visión, Tecmilenio promueve un Ecosistema de Bienestar y Felicidad que apoya a sus estudiantes en cada etapa del camino. Espacios físicos, plataformas digitales, programas académicos y actividades extracurriculares están alineados para impulsar el desarrollo integral de quienes forman parte de la comunidad.
También cuenta con plataformas como Mi Propósito de Vida, que permite a los estudiantes declarar por escrito su propósito de vida e inspirarse en las vidas y perfiles de otras personas. Este ejercicio no se limita a una etapa puntual, sino que se actualiza conforme el estudiante evoluciona, integrando nuevas experiencias y aprendizajes.
“El bienestar es esencial para que nuestros estudiantes florezcan como líderes conscientes, capaces de transformar positivamente su entorno”, señala Reséndiz. Esta visión se materializa en otras iniciativas como el modelo MAPS y el Wellbeing360, que colocan el propósito en el centro de la experiencia educativa.
Además del acompañamiento emocional y vocacional, el modelo educativo de Tecmilenio incorpora certificados profesionales del Skilling Center que fortalecen el perfil académico de los estudiantes. Desde programación y liderazgo hasta inteligencia emocional o emprendimiento social, estos certificados permiten explorar nuevas áreas de interés o profundizar en sus fortalezas.
Es así que las y los egresados de Prepa Tecmilenio no sólo llegan a la universidad con claridad vocacional, sino con una narrativa de vida clara que les permite enfrentar desafíos complejos, construir relaciones significativas y contribuir activamente a su comunidad.
El mundo actual exige adaptabilidad, conciencia y sentido, descubrir la vocación desde la preparatoria marca la diferencia. El Plan Vocacional de Prepa Tecmilenio no solo responde a esta necesidad, sino que representa una apuesta por formar personas íntegras, capaces de tomar decisiones alineadas con su realidad y su entorno.